Lunes negro para la industria petrolera

El mundo del petróleo está convulsionado. Hoy el precio del barril tocó los 12 (WTI) y 27 dólares (Brent), y el acuerdo de la OPEP para frenar la caída no logró contrarrestar la tremenda baja en la demanda global.

Este contexto de profunda crisis ya cobró su primera víctima en Estados Unidos. Whiting Petroleum Corp -el mayor productor de petróleo en Dakota del Norte y el segundo mayor productor de crudo de EEUU-  se declaró en bancarrota la semana pasada.

La valuación de mercado de la compañía se redujo 32 millones de dólares desde los 15.000 millones en su punto máximo en 2011, cuando los inversores estaban descubriendo el floreciente sector de no convencional. Al 31 de diciembre, Whiting tenía 2.8 mil millones de dólares en deuda y más de 585 millones en efectivo en su balance general.

Y esta no es la única empresa en la cuerda floja. Los productores de energía Chesapeake Energy Corp y Chaparral Energy Inc, así como el productor de gas natural Gulfport Energy Corp, están trabajando con asesores de reestructuración de deuda o bancos de inversión para apuntalar las reservas de efectivo.  

Mientras tanto, en nuestro país…

Aquí se continúa negociando el establecimiento de un precio sostén para el mercado interno y el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa firmaría hoy el acuerdo que contempla suspensiones y baja salarial por 60 días para sus afiliados.

Este acuerdo no será firmado por el  Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Santa Cruz. A través de un comunicado, expresó su “negativa a firmar acuerdos que resignen derechos de los trabajadores en este contexto de crisis”.

“No vamos a permitir que el petrolero pague las consecuencias de la crisis en un marco de atropello que subestima toda capacidad de entendimiento”, afirmaron desde el sindicato y resaltaron que “resulta necesario proteger por igual a todos los dependientes que son prescindidos en sus labores por motivos ajenos al cumplimiento de sus obligaciones”.

Desde el espacio que lidera Claudio Vidal, expresaron que “la discusión tendrá que plantearse de otra manera y reiteraron la negativa innegociable de firmar acuerdos lapidarios, resignando derechos como variable de ajuste; que es una vieja receta que utilizan en tiempos de guerra”.