Di Tella, sobre el día después del Covid-19: “Muchas actividades van a tener que redefinirse”

“El conglomerado urbano con tránsito horizontal entre las ciudades del Alto Valle Oeste sumado a Neuquén capital conforman una gran metrópoli que enciende la alarma para la situación sanitaria”, dijo el intendente de Cipolletti, Claudio Di Tella.

En declaraciones a Realidad Económica, el funcionario explicó por qué la ciudad es de riesgo teniendo menos de 10 casos, se refirió a la infraestructura que cuenta la ciudad frente al temido pico de contagios de Covid-19, defendió las medidas tomadas para afrontar la crisis económica y dijo: “Saldremos muy lentamente, con una estructura económica debilitada pero habiendo salvado muchas vidas”.

¿Qué balance hace del impacto sanitario de la pandemia en la ciudad?
El hecho de mi profesión médica me llevó a tomar una rápida decisión como intendente siendo que el 10 de marzo – antes del decreto nacional cuando comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio- convoqué a la conformación del comité de emergencia sanitaria de nuestra ciudad dado que en lo personal venía siguiendo lo ocurrido en China con la aparición de este virus.

Esto nos permitió anticiparnos al problema por venir y así preparar nuestro sistema sanitario local de los subsectores público y privado. De esta manera, se pudo determinar la infraestructura existente en la ciudad, integrar a los actores locales –hospital, clínicas y sanatorios, Pami, Colegio Médico, Facultad de Medicina– en un espacio netamente técnico, encabezado por la Dirección del Hospital de Cipolletti.

Según los últimos reportes, hay 7 casos positivos confirmados (al momento d la entrevista). ¿Cree que las restricciones profundizadas en las últimas semanas se justifican con ese número de contagios?

Fue una decisión del ministerio de Salud de Provincia basado en la calificación de “circulación comunitaria” del coronavirus. En este caso no importa la cantidad de contagios sino la imposibilidad de encontrar el “paciente cero”, los vínculos epidemiológicos que lleguen a la fuente del contagio. Por eso las medidas de restricción fueron más rigurosas y dieron los resultados esperados, disminuyendo la circulación de nuestros habitantes para luego poder flexibilizar algunas actividades.

Teniendo en cuenta su formación, ¿nos explicaría por qué Cipolletti es una ciudad de riesgo?
Donde hay un caso de coronavirus, se deben extremar los recursos para limitar la circulación. El Covid-19 es extremadamente contagioso y con una velocidad de transmisión impactante. Cipolletti es una ciudad tan de riesgo como cualquier otra; pero la calificación que hace el gobierno nacional de “circulación viral” nos obliga a extremar los recaudos.

El conglomerado urbano con tránsito horizontal entre las ciudades del Alto Valle Oeste sumado a Neuquén capital conforman una gran metrópoli que enciende la alarma para la situación sanitaria.

¿Cómo está preparada la ciudad? (camas, UTI, respiradores)

En principio existe un trabajo muy integrado entre los sectores públicos y privados de la Salud en nuestra ciudad donde hay un gran compromisos de las instituciones. A la fecha, nuestra ciudad cuenta con 272 camas de internación en total incluyendo Unidades de Cuidados intensivos, cuidados intermedios, sala general, entre adultos, pediatría y neonatología incluyendo los subsectores públicos y privados.

Además contamos con 100 camas en unidades de cuidados para pacientes COVID-19 armadas por la municipalidad en la Escuela de Cadetes de Policía y en la ex clínica Arenales donde funcionaba la Delegación Municipal de Zona Norte. Existen en nuestra ciudad 45 respiradores al igual que camas de cuidados intensivos entre adultos, pediátricos y neonatológicos. Existen recursos humanos formados y capacitados para la atención de esta enfermedad.

¿Qué previsiones se han hecho para afrontar el pico?

El primer paso fue articular el trabajo de las instituciones de Salud de la ciudad con la creación del Comité de Crisis Sanitaria, un organismo estrictamente técnico sanitario. A partir de allí, el municipio hizo una donación de tres millones de pesos en insumos al Hospital público de nuestra Ciudad. Transformamos lo que era la delegación municipal Zona Norte en un Centro de Atención de salud, con 30 camas, con el equipamiento necesario. Y refaccionamos la Escuela de Cadetes de la Policía rionegrina para tener otras 70 camas disponibles.

Pero como lo importante es evitar ese pico de contagios, que podría desbordar cualquier previsión, es que buscamos ser lo más estricto posibles en el cumplimiento de la cuarentena. Hacemos la desinfección diaria de lugares públicos de alto tránsito – bancos, correos, supermercados, garitas de colectivos, farmacias, etc. en un trabajo integrado entre Protección Civil, Bomberos Voluntarios y ARSA; organizamos los procedimientos de desinfección de vehículos de transporte y de los afectados a servicios esenciales; se estableció la obligatoriedad del uso de barbijos y la circulación según el número de DNI con restricciones de días para transitar.

Fuimos la primera localidad de instalar los sistemas de delivery para cada actividad comercial no esencial como así también generar vía web este sistema. Hemos desarrollado un sistema de compras virtuales que hemos cedido a los comerciantes de la ciudad llamado “Compro en Cipo”. Se generó un programa de ayuda y atención al adulto mayor llamado “Compromiso Mayor” destinado a las personas más vulnerables en esta pandemia.

 ¿Qué balance hace del impacto económico de la pandemia en la ciudad?

El impacto es duro. La decisión de parar la circulación social tiene un beneficio sanitario pero tiene su costo económico. Lo estamos a nivel mundial, cómo no lo vamos a ver en nuestra ciudad. La actividad comercial y de servicios se ha visto reducida a su mínimo nivel; la industria está paralizada; sólo las actividades relacionadas con la salud y la alimentación pudieron seguir trabajando.

Eso impacta también en las cuentas del Estado y nos crea un círculo de tormenta perfecta. Cae la actividad, se desploma el empleo, cae la recaudación, aumentan las demandas. Hemos tenido un gran acompañamiento del gobierno provincial postergando el vencimiento de las cuotas del Plan Castello como también recibiendo fondos enviados desde Nación a Provincia y que ésta coparticipó.

¿Cómo está acompañando el gobierno municipal a los cipoleños en materia económica?

Por un lado, el de la asistencia social a los más vulnerables, en quienes más rápidamente impacta el parate económico. Junto a provincia, asistimos a 7.000 familias de la ciudad. Adelantamos el Plan Calor, para llegar a 3.000 familias. Incrementamos el ritmo de distribución de alimentos y aumentamos las cantidades en un 60%. Se entregan alimentos y artículos de limpieza y desinfección a comedores, merenderos y a la demanda que nos llega a través de los Centros de Promoción Comunitaria que tenemos en los diferentes barrios. Estamos notando una mayor demanda y tratamos de dar respuesta.

Por otra parte, nos pusimos a disposición para que nuestros vecinos pudieran tramitar el Ingreso Familiar Extraordinario del gobierno nacional. Con respecto al comercio en general, se eximió el pago de tasas de Inspección e Higiene al sector que no pudo tener actividad por el receso.

Fuimos el primer municipio que reglamentó el servicio de delivery y se armó una aplicación de celulares para que se puedan encontrar a los comercios. Ayudamos para que se puedan tramitar las ayudas dispuestas por provincia, como créditos a tasa cero para pagar salarios y la eximición de impuestos de sellos.

¿Cómo cree que se saldrá de la cuarentena?

Muy lentamente, con una estructura económica debilitada pero habiendo salvado muchas vidas. Muchas actividades van a tener que redefinirse y eso se irá viendo sobre la marcha. La industria del tiempo libre, desde la gastronomía al entretenimiento, van a tener cambios. Sigo considerando que cuantos más pacientes logremos salvar, en mejores condiciones vamos a estar a futuro. Seguramente va a ser un tiempo de mucho aprendizaje para todos.

Redacción: Carla Barbuto
Producción: Cecilia Russo