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Llegan las impresoras 3D para fabricar viviendas

Se hacen un 80% más rápido y un 40% más barato
Desde su invención hasta la actualidad, la impresora 3D, ha pasado de ser una fábrica de juguetes a ser tomada como cosa seria. Y no es para menos cuando lo que se logra es la construcción de una vivienda.
“El 2013 fue un año de quiebre porque las industrias empezaron a darse cuenta que podían transformarse a partir de conseguir repuestos de forma económica y rápida”, explica Nicolás Berenfeld, cofundador de Trideo, una empresa que ofrece servicio de impresión 3D para empresas y particulares.
Las impresoras 3D tomaron un nuevo rol en las industrias. Ya no servían -sólo- para imprimir pequeñas piezas de decoración, sino que se empezaban a acoplar como una herramienta para transformar la forma de producir.
“Fue el hecho que cambió la perspectiva de la gente sobre lo que se puede imprimir, especialmente con objetivos funcionales. Esto abrió la conversación aunque haya sido por un tema delicado”, afirma.
Así, comenzó a aparecer la posibilidad de fabricar repuestos para grandes maquinarias. A diferencia de las formas tradicionales que pueden tardar hasta dos meses en fabricarse, las piezas en 3D pueden estar de un día para el otro y en cantidad.
Tu casa, en 24 horas
Pero fabricar repuestos no es la única utilidad de las impresoras 3D. A nivel global empezó una tendencia que gana cada vez más fuerza por los mismos principios: ganar tiempo y ahorrar dinero.
Newlink Capital es una empresa argentina que persigue la innovación en el ámbito inmobiliario. Esta firma tiene un grupo de cinco emprendimientos que buscan transformar la industria a partir de desarrollos tecnológicos. Entre sus soluciones, se destaca la licencia para operar la primera impresora 3D para el real estate.
“Vimos cómo los inversores pueden aprovechar sus posibilidades de inversión para democratizar el mercado del real estate”, asegura el CEO y fundador, Damián Lopo, y agrega: “Nuestro objetivo principal es ver cómo solucionar el siempre presente problema de vivienda, y que la gente pueda tener su casa rápido y barato”.
Newlink patentó la primera impresora “onsite” (en el sitio y transportable) del mundo para trabajar en Argentina.
Con la promesa de construcción rápida, esta plataforma permite crear la base de la casa (aberturas, pisos, paredes, divisiones y techo) en solo 24 horas. En el proceso tradicional, esto demanda a unas 10 o 15 personas de mano de obra y 30 días de construcción.
“Con esta herramienta se hace un 80% más rápido y un 40% más barato, con solo dos operarios”, afirma el CEO.
El objetivo está puesto en Argentina: el déficit habitacional alcanza a 3,5 millones de hogares (un 70% es de carácter cualitativo por hacinamiento, falta de infraestructura y de servicios, entre otros; y el 30% restante cuantitativo, o sea, necesidad de vivienda nueva),