Tres generaciones de pobreza son un problema estructural

Tres generaciones de pobreza son un problema estructural. La UCA advierte que la población argentina se empobrece cada vez más. De hecho, en la Argentina, la pobreza ya es un problema estructural. Quien nace hoy en nuestro país, en esa situación de precariedad, es parte de la tercera generación de pobres. Y los números dan escalofríos.  

Según un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) la pobreza trepó del 44,7% en el tercer trimestre del 2023 al 55,5% en el primer trimestre de este año, al tiempo que la indigencia pasó del 9,6% a 17,5% en el mismo período.

Son más de 20 años de esta situación, en la que las cifras de pobreza no solo se mantuvieron, sino que se incrementaron y donde “nunca hemos tenido menos de uno de cada cuatro argentinos en la pobreza”, detalla Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la UCA.

A eso se refiere la denominación “problema estructural”, que afecta a las condiciones de vida de un conjunto de personas dentro de una sociedad de manera sostenida en el tiempo.

Ahora bien, para que se reduzca este problema, Donza asegura que debe mejorar la estructura productiva del país, como condición necesaria para que el mercado de trabajo tome impulso. Según el académico, “si no mejora el mercado de trabajo es muy difícil salir de esta situación. Pero para que eso ocurra tiene que haber políticas de Estado que apunten a la producción”.

Además, expresó que a lo largo de estas décadas de “fracasos” en la implementación de políticas sociales, el Estado argentino nunca encontró la forma de disminuir los niveles de pobreza.

Tres generaciones de pobreza son un problema estructural.

LO QUE VE EL OBSERVATORIO

De acuerdo con el estudio académico, la pobreza -que se determina por el valor de la canasta básica alimentaria- ya alcanza a 24,9 millones de residentes en áreas urbanas en el país, mientras que unos 7,8 millones de personas de ellos está sumergido en la indigencia. Tres generaciones de pobreza son un problema estructural. 

“Estos datos reflejan el impacto de la devaluación, que provocó una inflación acelerada y de las políticas de shock que implementó el Gobierno, porque piensa que son las medidas más eficientes”, sostuvo Donza, en declaraciones al programa “ESta mañana” de radio Rivadavia.

A su criterio, “veníamos de un esquema que ya tenía serios problemas. Pero si no hay políticas de Estado que aumenten ‘la torta’ para poderla repartir a partir de consensos, el panorama no cambiará”.

“Tenemos una población que se empobrece cada vez más”, alertó el especialista.