Nacionales
Pobreza e indigencia, los datos oficiales que duelen

El miércoles próximo el Indec difundirá las tasas de pobreza e indigencia en todo el país hacia el segundo trimestre. De acuerdo a distintas estimaciones privadas, podría llegar al 40% y afectaría así a casi 18 millones de personas.
El impacto de la crisis sanitaria en los índices sociales se explica básicamente en un dato publicado la semana pasada: 2,5 millones de habitantes de los grandes centros urbanos del país pasaron de estar “empleados” a “inactivos” durante los primeros tres meses de cuarentena. Esto implicó un recorte considerable en los ingresos de un grupo numeroso de hogares y fueron empujados bajo la línea de la pobreza.
La mayor parte de esas familias tenían, antes de la pandemia, un ingreso generado gracias a empleos cuentapropistas o informales. Los dos fueron sectores del mercado laboral especialmente golpeados por las medidas de aislamiento social y el desplome de la actividad económica apenas iniciada la pandemia.
Unicef estimó que antes de que llegara el coronavirus al país, la situación de pobreza entre los chicos ya era grave, porque afectaba al 53%. Pero como efecto de las restricciones de la cuarentena que disminuyó los ingresos para una parte importante de la población, cuando termine este año unos 8 millones de niños, niñas o adolescentes quedarán bajo la línea de pobreza.
El incremento entre un año y otro sería de unos 10 puntos porcentuales, proyectó Unicef. Sobre la indigencia, en un año se sumarían unos 600.000 chicos y alcanzaría así al 18,7%. El informe también proyecta una evolución de los indicadores sociales a lo largo de 2021. En ese sentido, un cálculo preliminar indica que del 63% de pobreza en 2020 apenas se conseguiría una reducción hasta 61,3% el año siguiente.