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Berries y su promisoria perspectiva en Neuquén, según Caminiti

Aníbal Caminiti, referente de Frutas Finas del Centro Pyme ADENEU, acaba de presentar el libro “El cultivo de la frambuesa. Aspectos agroambientales y económicos para el Alto Valle de Río Negro y Neuquén” y se mostró optimista con el avance de los berries en proyecto de diversificación de la matriz de la provincia.
Sin embargo, alertó sobre la nula inversión durante más de una década, el contexto macroeconómico y dijo: “No me preocupa que tengan que venir trabajadores de otras regiones para levantar la cosecha. Me preocupa que los que trabajaban acá los perdimos y los perdimos por generación”.
Es un cultivo que se da muy bien en esta zona, ¿no?
Es un cultivo se da en la región y que a través de los últimos veinte años a partir del trabajo que se hizo en Centro Pyme se ha avanzado mucho en en ajustar este cultivo a las particularidades agroambientales de nuestra zona. El libro es un compendio, una publicación donde se refleja toda la experiencia que ha tenido en estos años apropiada al cultivo de berries pero en nuestra zona.
Hubo una incursión fuerte hace 15, 20 años atrás y algunos de ellos terminaron abandonando por problemas al momento de la cosecha
Si, el problema de la mano de obras es general y año a año se va acentuando. Es un problema donde hoy el mismo productor de frutilla o los mismos de frambuesa en la Comarca Andina, si no traen cosechador del norte, no la pueden levantar.
“El mercado de frambuesa sigue creciendo”
Me decían que si no fuera por los bolivianos acá no habría berries..
Esa es la realidad. Vos bien decís, hace 15, 20 años atrás, cuando empezamos a impulsar este cultivo en Neuquén, el perfil de productores era otro. En la medida que los productores de la comunidad boliviana, con mucha experiencia en el tema de hortícolas, empezaron a ingresar en la frutilla, se empezó a potenciar su desarrollo. Hoy Neuquén tiene más de 100 hectáreas de frutilla cultivada y abastece de esa fruta fresca a toda la Patagonia.
Y de plantas, al mundo….
Es cierto. Los viveros más importantes del país están en la zona. La provincia abastece de frutilla congelada a otras partes del país y en esa línea este productor donde su fuerte es la mano de obra, fue incorporando la frambuesa y la mora dando diversificación del portafolio de berries de Neuquén.
Uno de los cuellos de botella de esta actividad es la mano de obra, pero también hay que decir otra verdad que por ahí la gente no lo sabe. Acá no estamos hablando de cultivos donde necesariamente tenemos que tener dimensión de superficie para poder tener rentabilidad. La eficiencia de los berries, de la frutilla, de la frambuesa y de la mora queda por metro lineal de cultivo. Yo puedo tener un cuarto de hectárea y ser mucho más eficiente que teniendo cinco hectáreas.
Voy a tener mucho más rendimiento por metro cuadrado por planta, que es lo que puedo tener por mayor dimensión, porque a medida que aumento la dimensión, aumento los problemas. Demanda de mano de obra, menor presión en el manejo, en la cosecha, porque obviamente queda fruta sin levantar, porque la frambuesa es una fruta que la miras a la mañana, está un rojo asalmonado y a la tarde ya está roja. Entonces, este es un fruto que no espera.
La mayor eficiencia para los berries es dimensionar la escala de lo que uno puede manejar. Es importante saber que esto puede ser un cultivo rentable a muy baja superficie.
Además, otra cosa, el mercado de frambuesa o berries sigue creciendo en Argentina. A pesar del contexto país que llevamos desde hace años, Hoy Argentina produce la quinta parte de lo que consumimos. Hace 20 años atrás Argentina producía la mitad más o menos de lo que consumía.
La frambuesa es un producto que empezó a entrar en el consumo, no diría masivo, pero empezó a ser más demandada principalmente como fruta congelada para la industria y particularmente en nuestra región es muy apreciada en temporada como fruta fresca también.
Antes se hacía una pasta y se guardaba, ¿no?
La pasta sería la frambuesa en bloque, eso es lo que menos vale, pero lo que habitualmente se congela es la fruta de manera individual, congelada individual. Pero déjame decirte otra cosa que comentaste recién, sí que se manejan variedades en frambuesa.
Cuando hace 20 años atrás empezamos con esto, trajimos las variedades que existían y que se manejaban en la comarca andina y desde hace unos años a esta parte hemos hecho un recambio varietal a partir de la experimentación que lleva el Centro Pyme con nuevas variedades de berries viendo cómo van evaluando, cómo van comportándose esas variedades en nuestro ambiente y ajustando la propuesta tecnológica.
Y hace 15-20 años atrás el rendimiento por hectárea eran de seis mil, siete mil, ocho mil y más de diez mil kilos por hectárea dependiendo de la variedad y cómo lo maneja el productor. Si hoy nuestros productores tuviesen cinco veces más frambuesa congelada, ya la estarían vendiendo, ya estaría vendida.
Porque además a esto se sumó que el Gobierno Nacional cerró la importación de frambuesa. Entonces no hay frambuesa a nivel nacional y esto está generando un contexto de alza de precios y por la falta de oferta.
Antes sí y ahora no
La mano de obra es un cuello de botella..
Yo creo que es un problema estructural de Argentina, un problema que y cuando digo estructural es porque ya se insertó en la cultura, lamentablemente, no es solo para las frutas finas, no es solo para la cereza. El problema vino para quedarse y para acentuarse lamentablemente, y es un problema político que escapa un poco a lo que yo te puedo dar mi opinión, pero es algo que además, vamos a salir un poquito del contexto argentino, es algo que se da en todos los países.
En Estados Unidos, Canadá no se levanta una cosecha si no van los inmigrantes mexicanos de Centroamérica. En Europa no se levanta una cosecha si no van los inmigrantes de Europa del Este o de los de África. Para eso hay legislación que permite que haya estos flujos migrantes para poder trabajar Hoy no se levanta la cereza, después de la pandemia no se levanta la cereza en Chile sino van los migrantes bolivianos, en un 80% los trabajadores de la cereza en Chile son de origen boliviano, están trabajando en una legislación para que esto se haga permanente. Así es la vida, lamentablemente.
Nosotros tenemos este problema de los planes ya enquistados y ya tenemos generaciones de jóvenes de trabajadores que no trabajan. Y fuerza laboral que hoy no trabaja y que prefiera un plan. Nosotros ya me decía un productor de frutilla de Plottier, me dice: “Aníbal, estoy trayendo productores cosechadores, tengo que gastar traerlos darle vivienda etcétera porque los de la zona no trabajan, pero antes se arrimaban y me decían no, esto es poco, quiero ganar más. Hoy ni eso ni siquiera hoy ni eso”.
Entonces, volviendo al ejemplo, los chilenos en plena pandemia pusieron el IFE, igual que en Argentina terminó la pandemia y los trabajadores chilenos no querían volver al trabajo. Y ahí tuvieron que aparecer los migrantes bolivianos.
¿Cómo hacemos con el escenario en el que, vía legislación, va a tener que venir otra gente a realizar las cosechas?
Si me preguntas por las inversiones que hacen falta para que lleguen estos trabajadores de afuera, es muy complicado. Si yo hoy tengo que hacer un programa de inversión, estamos teniendo una inflación por arriba del cien por ciento, pero cualquier consultora te está diciendo que para para un plan de inversión tenemos que estar estimando entre ciento ochenta y dos por ciento. Decime qué inversor se arriesga.
Yo puedo entrar a arriesgarme en frutilla que entre y salgo rápidamente porque es un cultivo que lo planto ahora, en otoño y ya estoy produciendo en esta primavera verano y tiene un rápido retorno. Pero si yo tengo que plantar cereza y tengo que esperar cinco o seis años, la realidad nos marca lo nos pasa.
Hace más de diez años que no hay inversiones nuevas en cereza y porque ninguno con dos dedos de frente invierte en Argentina. Volviendo a tu pregunta, el problema no es que falte gente para trabajar y que tenga que venir de afuera, el problema es que los que trabajaban de acá y que eran minorías pero eran trabajadores con cultura de trabajo la perdieron y la perdieron por los planes y hoy no tenemos cultura de trabajo.
No solo pasan en la fruticultura, tengo amigos que están en el rubro textil y pasa lo mismo de muchos rubros estamos perdiendo la cultura del trabajo en argentina por estas políticas que se desarrollan por eso digo es estructural el problema en otros países pasa lo mismo y de años que pasa lo mismo, que no hay suficiente mano de obra para levantar las cosechas, pero legisla y pueden venir trabajadores de otro lado.
Acá no sólo no tenemos eso regulado, sino que además trabajamos en contra de nuestra propia dignidad de nuestros trabajadores, porque el trabajo genera dignidad, porque el trabajo genera independencia, porque el trabajo genera libertad de opciones, y lo que estamos sembrando es exactamente lo contrario, dependencia y asistencialismo. Ese es el problema más grave que me preocupa. No me preocupa que tengan que venir trabajadores de otras regiones para levantar la cosecha. Me preocupa que los que trabajaban acá los perdimos y los perdimos por generación.