Agroindustria
La producción de maíz crece año tras año en valles de Río Negro
Las condiciones climáticas, la cantidad y calidad del recurso hídrico y las extensas tierras para el cultivo son algunas de las características especiales con las que cuentan los valles irrigados rionegrinos para el cultivo del maíz, producción que crece y se fortalece cada año.
A esta conclusión se arribó durante la cuarta edición de la Jornada de Maíz a Campo, llevada adelante junto a Sistema Chacras de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) en las localidades de Rio Colorado, Luis Beltrán, General Conesa y Guardia Mitre. En dicha oportunidad se visibilizó la situación provincial en lo que respecta al avance del cultivo de maíz y se destacó el papel fundamental que desempeñan los productores de este cultivo en el desarrollo económico de Río Negro.
“La visita a diversos establecimientos dedicados a la producción de maíz en la provincia permitió resaltar el potencial productivo que ofrece el cultivo en la región. El clima, la cantidad y calidad del agua y la amplitud y la radiación solar permiten lograr un excelente desarrollo vegetativo y alcanzar altos rendimientos en la zona”, indicó el secretario de Agricultura de Río Negro, Lucio Reinoso.
Estas condiciones favorables permiten a los productores locales expandir y mejorar su producción, generando la sustitución de la importación de este cereal desde las provincias de La Pampa y Buenos Aires. “Los precios de venta del cereal en la región son similares a los del puerto de Bahía Blanca, por lo que el margen que le queda al productor es muy interesante. En cuanto a la situación actual, se destaca un crecimiento constante en la superficie cultivada, alcanzando aproximadamente 25.000 hectáreas en la temporada actual”, dijo el funcionario.
Con respecto al destino del mismo, el 95% se utiliza para la alimentación animal y el 5% restante para la exportación. Además, una parte del cereal local se destina a la comercialización para los valles del Río Chubut, abasteciendo corrales de engorde y terminación en Trelew y Trevelin.
Es importante destacar el crecimiento de la producción de maíz en la región, ya que en años anteriores de todo el maíz que se consumía el 50% era importado de otras regiones; actualmente lo es solo el 25%.
En términos de rendimiento y ventajas comparativas, el cultivo de maíz en Río Negro, con el manejo adecuado, ha demostrado resultados promedio de 10 tn/ha superando la media a nivel nacional, que se ubica en 7.5 tn/ha. Las condiciones climáticas, con temperaturas óptimas y una buena amplitud térmica son propicias para alcanzar la potencialidad del cultivo. “Se han registrado casos de rendimiento desde 18 mil hasta 20 mil kilos de grano por hectárea, con la aplicación de tecnologías adecuadas para maximizar la tasa de crecimiento del cultivo en la región”, sostuvo Reinoso.
Entre las tecnologías aplicadas en la provincia se destacan las sembradoras neumáticas de precisión, la nutrición balanceada, los híbridos de alto potencial de rendimiento con ciclos adaptados a la zona resistentes a herbicidas e insectos, y una gestión eficiente del riego. En este sentido, se están implementando equipos de riego presurizados como el Pivot central, que con un adecuado manejo permiten una aplicación precisa del agua, satisfaciendo las necesidades del cultivo y mejorando la eficiencia de uso del recurso hídrico.
En relación al manejo del suelo, se prioriza el incremento de los valores de materia orgánica, mediante la incorporación de abonos verdes, cultivos de servicio, estiércol compostado y una rotación adecuada de cultivos para mejorar la fertilidad física y química del recurso y optimizar su productividad.
Desde el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, se brinda apoyo técnico y económico para mejorar la productividad de los lotes destinados a la producción de cereales y la adopción de tecnologías avanzadas que permitan incrementar la productividad del maíz en la región.
En este marco, se destinarán líneas de financiamiento específicas para la adquisición de semillas adaptadas a la zona, y capacitaciones en fertilización, control de malezas y riego con el objetivo de potenciar la participación de más productores en la producción de maíz.