El Indicador de Consumo creció 4,5%

Durante abril, el Indicador de Consumo (IC) elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró una mejora interanual del 4,5% y un avance desestacionalizado del 0,8% respecto a marzo. En diálogo con Realidad Económica, Edgardo Phielipp, vicepresidente de ACIPAN y tesorero reelecto de la CAC, analizó estos datos y brindó un panorama sobre la situación económica del país.

Ante la consulta sobre si este repunte representa una señal de reactivación o un simple espasmo, Phielipp fue claro: “En realidad, la estructura del relevamiento es profesional y estadística. Aunque el mes pasado hubo un leve retroceso, el consumo viene creciendo desde principios de año”. Según detalló, el consumo es uno de los principales motores de la actividad económica, y los indicadores muestran una continuidad positiva.

“La OCDE nos posiciona como el segundo país del mundo en crecimiento económico este año, con una estimación actual del 5,5%, incluso por delante de China. Solo India nos supera. Esto no lo decimos sólo nosotros, sino que aparece en todos los relevamientos globales”.

Sin embargo, Phielipp reconoció las fuertes asimetrías que atraviesan al país y aseguró que hay grandes diferencias entre regiones y sectores. Como ejemplo citó al norte del país que ha mejorado notablemente, pero remarcó que no es igual en todo el país. Para el vicepresidente de ACIPAN esta situación se explica por la distorsión de los precios relativos, incluyendo el valor del dólar.

El especialista señaló que este proceso de reordenamiento de precios llevará tiempo, y que mientras algunos sectores crecerán rápido, otros lo harán más lentamente. En este sentido, también fue crítico al señalar cómo estas diferencias terminan presionando sobre los precios que pagan los consumidores en determinadas regiones, como Neuquén: “Tenemos precios petroleros en productos de consumo diario”.

“Si la Argentina tiene una proyección de crecimiento del 5,5% este año y un 3,5% para 2026, claramente estamos ante una mejora significativa”.

Pese a todo, Phielipp concluyó con una visión esperanzadora: “Tengo fe en que esto va a cambiar. La sociedad reaccionó, dijo basta. El actual presidente es un emergente de esa reacción”.