Agronegocios
CRA alerta sobre la “tormenta perfecta” que atraviesa la ganadería ovina

La ganadería ovina atraviesa una profunda crisis y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) levanta una bandera de alerta a través el comunicado titulado“Emergencia, quebrantos y parálisis. Grave situación del sector ovino y pocas respuestas”.
“El día 20 de agosto pasado, representantes de la Mesa Ovina Nacional se reunieron por videoconferencia con el Subsecretario de Ganadería de la Nación, José María Romero para llevarle la preocupación por la grave situación que atraviesa el sector. En ese marco la desaparición de la Dirección de Ovinos como tal, y la baja de categoría de esta dependencia en la nueva orgánica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca aparece al menos como contradictoria”, comienza el texto.
En el contexto de la Mesa Ovina Nacional, se planteó que el sector “transita una tormenta perfecta en donde coinciden, el derrumbe de los precios y mercados nacionales e internacionales de todas las lanas y de la carne ovina, productores en emergencia tapados de nieve en la Patagonia y con sequías extremas en el norte, industrias paradas, ventas casi nulas, dificultades propias del Covid para el trabajo y la logística, y la ayuda de la emergencia que no llega”.
“La cadena está rota, se sintetizó. A todo eso se suma, la incertidumbre del futuro de la ley ovina, así como la continuidad de los planes, acciones y proyectos que se venían llevando a cabo en conjunto con el equipo de la Dirección de Ovinos. En este marco se le manifestó que resulta al menos inoportuno este cambio, por lo que se solicitó la restitución del área”, afirma el comunicado.
En este contexto, CRA alerta: “La ayuda oficial no llega y las mortandades de animales ya se muestran muy importantes. Así, no sólo está seriamente afectado el presente sino además hipotecado el futuro inmediato. Por ahora se sobrevive con la ayuda solidaria de otros productores, instituciones del lugar y apoyos locales”.
“Los integrantes de la mesa no recibieron soluciones en el corto plazo. El sentimiento general sobre las medidas tomadas y la falta de ayuda concreta y oportuna, generan frustración e impotencia en todos los actores de la cadena. Pocas actividades son tan federales como el ovino y pocas son las gestiones de los gobiernos que han tenido la capacidad de entenderlo, ordenarlo y llevarlo a la práctica”, concluye.