Giacinti, categórico: “El coronavirus no es el mayor problema de El Valle”

El estallido y expansión del coronavirus levanta una bandera de alerta para el comercio internacional y se suma al ya complicado contexto de la economía argentina y de El Valle. ¿Cómo impacta sobre la producción regional? El consultor frutícola Miguel Giacinti analizó el efecto del estallido sanitario y aseguró que no es la principal preocupación de El Valle, que nunca respaldó el protocolo de China y que el verdadero Norte de la exportación de la región debería ser la India. “Hay una errada visión de que China para El Valle es interesante, cuando sigo viendo a la India con mayor potencialidad para la fruta”, señaló en diálogo con LU5Agro.. 

¿Cómo analizás el impacto del coronavirus en la exportación de cerezas?

Tenemos que pensar que en el caso de cerezas, tiene un detalle que es importante: hoy por hoy más del 65% de las cosecha de cerezas del hemisferios sur va a China para el año nuevo de ellos. Entonces la gran dependencia que tiene la cereza de esta festividad china y en ese país en particular, te pega muy fuerte porque no tenés alternativa de redireccionar a ningún mercado esas cerezas.

El Coronavirus, cuando uno hace un listado de riesgos, mercados como el de China o India o podría ser África, uno tiene que pensar que existe la posibilidad de un problema de este tipo de infecciones por el bajo de nivel de controles sanitarios que tiene el mercado en la calle. Esta es una de las particularidades. Adivinar qué va a pasar, es muy lindo pero en general, las lecciones aprendidas de anteriores eventos siempre dejan entrever la debilidad de estos mercados con la posibilidad de este tipo de epidemia que afectan doblemente al negocio. Cereza es la vedette del mercado mundial en China, justo tocás el tema más caliente que tiene el mundo de la cereza para los chilenos, con estos 1300 contenedores que no pueden vender. 

“El problema del coronavirus es de logística no de consumidor”

Si tenemos que reflexionar, el fenómeno Coronavirus es un fenómeno de logística. No es que la gente no sale a comprar y abastecerse. Por eso vas a ver fotos de supermercados de China que están vacías las góndolas, la gente va y arrasa con las góndolas. El comprador está, le cuesta salir por eso hace compras muy grandes y la innovación que ha traído el Coronavirus en el comercio minoristas, son los deliverys. El otro problema que tenés es que el 90% de los envíos de fruta a China son spots, es decir que no tiene comprador destinado. Eso hace que cuando el contenedor esté descargado no hay cientos de personas para comprar el producto, y entonces ahí está la crisis del Coronavirus, en la logística, que no sólo afecta a fruta que importa, sino que también afecta a la fruta que exporta China. El problema es de logística no de consumidor. Y este es el problema más grande que no está resuelto.

¿Qué va a pasar con la manzana y la pera?

El año pasado ya se vieron afectadas por la crisis de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. En principio, el coronavirus no afecta al negocio en sí. En general, para el resto de los países del hemisferio sur no hay una gravedad extrema como con la cereza.

Yo nunca vi como una esperanza en el protocolo para China de El Valle. Para mí la esperanza como mercado es la India. Por logística y por desarrollo territorial es más fácil comercializar en la India que en China. Y en segundo lugar, la India tiene de 1400 millones de habitantes, 350 millones con poder adquisitivo, lo cual está diciendo que dentro de la India hay una Unión Europea, en términos de poder adquisitivo, lo que no es el caso de China. No la veo como una gran esperanza de la pera y la manzana.

Ahora, todo depende del lugar del puerto de destino y del contacto del proveedor: a Chile se le cerraron las puertas, no mandes más vinos porque no podemos manejar la logística, no mandes mariscos, cerezas vamos a ver. Hasta ayer estaban mandando uvas a Perú y no había problemas. Todo se basa en dónde radicaste tu logística comercial. Tampoco es el impacto parejo para todos los exportadores de fruta a China, por el momento.

Los 1300 contenedores varados es porque la zona de Wuhan era la zona de tránsito de accesibilidad a China, es la zona de mayor corriente migratoria de norte a sur y por eso, como la cereza es un producto para vender en esa zona, en esa festividad, es la afectada. Pero no podemos generalizar hasta ahora, con el resto de la fruta. La uva de Perú es un buen ejemplo: mandó 7 millones y no tuvo problemas. En primer lugar, no veo que el caso del Coronavirus sea un problema de El Valle en términos de negocios, excepto que fuera el caso de quien haya hecho ese trámite para exportar peras, haya coincidido con la zona de Wuhan como destino.

¿Cómo ves a la industria local?

Lo que tenemos que ver es que primero estamos ante una presencia de cosecha de fruta, sobre todo de pera, que es mucho más de lo que se pensaba. No hay faltante de pera. Ahora El Valle tiene dos problemas: primero, tiene más peras y de mejor calidad que el año pasado, es un problema porque el año pasado se cancelaron muchas exportaciones y hoy El Valle no tiene financiamiento. Entonces con más fruta y de mejor calidad, ¿con qué plata lográs procesar y comercializar esto?

La segunda dificultad es no estar preparado para mayor fruta empacada. Por eso es muy importante tener una visión, uno no tiene la bola de cristal para adivinar, pero una buena visión de la realidad, no sólo por el tema financiero, sino por el tema logística y por las oportunidades comerciales.

Hoy El Valle tiene que resolver dónde colocar lo que va a ser un gran aumento en la exportación de peras. Ya el Coronavirus no juega en este análisis.

“Nunca vi como una esperanza en el protocolo para China de El Valle. Para mí la esperanza como mercado es la India”

El tema de la conservación es clave porque falta fruta en Europa y habitualmente Sudáfrica -que tiene serios problemas de energía eléctrica- vende en Europa. Entonces la batalla va a estar en el mercado europeo con este movimiento atípico (de la caída de Sudáfrica por cuestiones energéticas). Creo que Argentina enfrenta problemas financieros internos para financiar la cosecha. 

¿Cómo está Brasil?

Va a seguir siendo un mercado poco atractivo. No es un mercado que se lo absorbe en expansión. Tendrá buenos precios para una buena calidad y tendrá sus restricciones si siguen apareciendo problemas sanitarios en frontera. Hoy, el mercado de Brasil es muy semáforo amarillo, muy cauteloso en términos de gestión comercial. Creo que, si la Williams que se cosechó se guarda en frigoríficos y se hace una especie de cuarentena, bajando la posibilidad de riesgo de larvas vivas, sería un negocio de término medio en el corto plazo.

Y están las inundaciones en Sao Paulo…

A nivel mundial, no sólo Brasil, cuando tenés un clima adverso se restringe el consumo por ese período, porque la gente no puede salir a comprar. Por esa razón, los que están día a día monitoreando el mercado de la fruta para mandar a Brasil, su principal indicador es la cuestión del clima.

El riesgo de lluvia siempre existe en Brasil. Lo importante es no cargar mucho si vos ves que la probabilidad de lluvia la semana que viene es muy alta. La meteorología es el principal factor para el negocio de fruta que tiene un exportador. 

¿Cómo ves la industria local?

La veo en una situación terminal, no puede competir por los componentes impositivos y tecnológicos, no puede competir con la industria del hemisferio norte que abastece al mercado de manzana y peras y si no se reinventa va a pasar lo mismo que está pasando hasta ahora, cada vez menos actividad industrial de las jugueras. Reinventar significa productos alternativos, el caso de las pulpas, no se están haciendo en El Valle, se está haciendo en Mendoza. En el sector industrial ya no se sobrevive con el jugo tradicional. O te reinventás con otro producto o con otras industrias.

No tenemos un mercado capaz de abastecer de jugo porque cuando hablás del jugo, primero hay una imagen con algún tipo de restricción en cuanto a la calidad que se tiene para hacer jugo, eso existe en la mente de algunos consumidores.

En segundo lugar, la estrategia de líquidos porque cuando vos hablás de agua saborizada, por ejemplo, las gaseosas están cayendo y están aumentando las aguas saborizadas… El desarrollo normal hace que sea muy difícil absorber el jugo de manzana que se desarrolla en El Valle aun exigiendo el 10% de manzana. Los productos necesitan distintas alternativas, distintos usos. Se procesaba manzana en lo que se llama caldo de sidra que se utilizaba para vinagre de manzana en EEUU, eso sobrevive más y tiene más perdurabilidad en el tiempo que comprar manzanas para hacer jugo. Por dar un ejemplo de alternativas… yo no veo que un mercado se pueda mantener en el tiempo exigiéndole a un industrial que aumente la dosis de jugo de fruta de El Valle.

Debe reinventarse…

Coincido con una palabra que tiene dificultades, que son las culturas, creo que culturalmente no somos un país muy adepto a tomar jugos procesados.

“Creo que es una temporada que nos puede dar mucha satisfacción, por el tipo de fruta, la calidad y la oportunidad que también veo en el mercado”

En Italia, el jugo que más se consume es el de pera y es algo cultural. Lo que quiero plantear es que hay un fenómeno cultural que no nos juega a favor en los jugos procesados. Ahora, ¿es la única alternativa de introducir la fruta? No. Este es el tiempo en que hay que ser creativo a la hora de desarrollar. Uno de los sectores puede ser el de la cosmética.

A los que están comprando jugos para aguas saborizadas, nadie quiere venderles a los precios que ellos están dispuestos a pagar. Eso es la realidad.

En resumen, yo creo que es una temporada que nos puede dar mucha satisfacción, por el tipo de fruta, la calidad y la oportunidad que también veo en el mercado. Las condiciones están dadas para que sea una buena temporada. Sigo teniendo optimismo. Y no es el coronavirus el problema a resolver para sacarle mejor rédito a la fruticultura de El Valle. Hay una errada visión de que China para El Valle es interesante, cuando sigo viendo a la India con mayor potencialidad para la fruta.