Emprendedores
Bracciaforte: “No tenemos que esperar nada de arriba”

Guillermo Bracciaforte lleva la bandera del trabajo remoto, freelance y digital por Argentina, el resto de América Latina y hasta se le anima a los gigantes del Sudeste Asiático.
A través de Workana -una plataforma de mercado de teletrabajo y de contratación de trabajadores independientes-, logra hacerlo de forma tan efectiva que ha formado una comunidad de cientos de miles de freelancers de aquí y de allá y de empresas de la talla de Quilmes o Unilever.
Por estos días, Bracciaforte es noticia porque fue elegido “Emprendedor del Año” en el marco del evento VAIO Talks. En diálogo con Realidad Económica, nos habló de la importancia de no aplicar retenciones a la exportación de servicios, compartió sus claves para emprender en el país y disparó: “La cultura argentina te ayuda a entender que nadie te va ayudar, que no tenemos que esperar nada de arriba y que tenemos que salir adelante a nuestra forma.”
¿Cómo contar el camino que te llevó a ser elegido emprendedor del año?
Me sorprendió, no lo esperaba y me puso muy contento que se me reconozca sobre todo porque el equipo, la compañía, este año vivió un gran cambio. En los primeros años de Vorkana habíamos enfocado a un negocio de autoservicio 100% enfocado dirigido a en América Latina y a partir de este año hicimos dos grandes mudanzas: la primera fue empezar a trabajar con empresas más grandes y eso me llevó a conocer y a tener clientes como Unilever y Quilmes, entre otros; y lo otro fue que nos animamos también a salir un poco de la región latinoamericana y expandimos al mundo y el primer lugar al que nos fuimos fue el Sudeste Asiático.
Uno de mis socios se mudó a Kuala Lumpur así que desde este año estamos enfocándonos en el desarrollo de ese mercado y el de Hong Kong, esperando poder lograrlo en los próximos años. Es un gran desafío.

¿Cómo funciona Workana?
Workana es una plataforma de trabajo freelance, remoto y digital. Cualquier trabajo que se pueda hacer desde una computadora y se pueda entregar a través de Internet es un trabajo que podés hacer a través de Workana. Normalmente los que más se realizan son de desarrollo de programación, marketing digital, diseño y redacción de artículos; aunque también podés contratar personas para trabajos administrativos.
“Las reglas, como las retenciones, a veces se ponen para grandes empresas y son bastante duras para un sector vulnerable como los freelancers. Entonces, estaría bueno que el Gobierno lo tenga en cuenta”
Cuando son empresas, ingresan a la plataforma y publican un puesto. Eso lo ven los freelancers y ofertan. Te van a decir que pueden hacer el proyecto de esta manera, que tienen tal duda respecto a tal cosa; y vos podés ver el perfil de ese freelancer, ver qué trabajos hizo ya en plataformas, qué portfolio tiene de trabajos hechos, a qué precio va a querer hacer el trabajo y con eso vas a elegir a uno. Una vez que el elegís, se hace el pago del proyecto. De esta forma, el freelancer sabe que tienen los fondos para pagarle pero ese dinero no se le va a entregar hasta que no realice el trabajo de manera completa. Es una doble garantía; una vez que el trabajo se termina, se liberan los fondos y cada uno por su lado, o continúan trabajando en un nuevo proyecto.
¿Qué planes tienen para el año que viene?
La idea es afianzar estos modelos que te comentaba. Nosotros estamos llevando a un nivel más alto de calidad a la plataforma. Estamos tratando de traer mejores clientes, empresas más grandes, con proyectos a largo plazo y que paguen precios más acordes a lo que los freelancers están acostumbrados o desean cobrar. Del otro lado, también estamos exigiendo a los freelancers mayor profesionalización. Nosotros más o menos recibimos unos 60.000 freelancers que se registran en la plataforma todos los meses y desde este año hemos cerrado un poco el ingreso dejando solo que sean parte de la comunidad a aquellos que son los mejores. Y de esos 60.000 van a ingresar a la plataforma unos 4.000 o 5.000. Esa limitación al ingreso también queremos que sea una forma de mejorar la calidad de los freelancers, que son parte de la plataforma. Además, hemos hecho algunos cambios para que sea más eficiente el subir y tener éxito en la plataforma.
“Creo que hay que entender que ser freelancer no es para todos, ser emprendedor tampoco es para todo el mundo”
Una vez que demostrás que trabajás muy bien, queremos ayudarte y que tus ingresos aumenten. Eso provocaría que mejore la calidad de la plataforma y con esto también podemos seguir enfocados en desarrollar el canal de grandes empresas y tener una pisada mayor en el mercado asiático.
¿Cuáles son los puntos en común entre el mercado asiático y el latinoamericano? ¿Y las mayores diferencias?
La verdad que elegimos la región basándonos en cómo tuvimos éxito en América Latina, aunque somos diametralmente diferentes como regiones, en los estilos de vida, cultura. Por otro lado, hay muchos puntos en común en cuanto a que somos todos mercados emergentes, que son regiones que se relacionan bastante entre sí pero que no son el foco de las grandes corporaciones. Entonces, había una oportunidad de hacer negocios como una plataforma más local que en América Latina y a nivel freelances, son bastante similares a pesar de estos puntos culturales. Los freelances tienen un estilo de vida que se elige, queremos poder trabajar desde casa, trabajar remoto, elegir ser independiente… son cosas que tienen en común.
Tal vez la diferencia más grande es a nivel de desarrollo regional. Los países de la región del sudeste asiático, aunque son emergentes, son mucho más estables, son economías diferentes, los estilos de gobierno también son más estables pero tal vez menos libres. Hay que entender mejor las economías locales y cómo se trabaja, y cómo se desarrollan los negocios en esos países. Pero en definitiva, es empezar un negocio y respetar la idiosincrasia de cada lugar como siempre.
¿Por qué crees que hay quienes no confían del todo en el trabajo remoto, digital y freelance?
Creo que es un tema de cambio generacional. Deloitte hace una encuesta entre millennials y lo que vemos es que esta generación no le tiene nada de miedo a lo que viene, a través de una plataforma de empleo como la nuestra y te das cuenta que no lo ven como una amenaza sino como algo que forma parte de sus oportunidades de trabajo. También lo vemos con actitudes que toman empresas grandes. En este caso de Unilever, dicen ´tengo hoy dificultades de contratar a este tipo de talentos; sobre todo, de las generaciones más jóvenes y por eso quiero decirles que también pueden trabajar con nuestra empresa como freelancers´.
¿Cuáles son las reglas de oro para emprender en Argentina?
(Se ríe) Haber vivido en este país los últimos 20 años, sin dudas, te da idea de lo que puede pasar, te da cintura al momento de emprender porque cuando empezás una empresa tiene que ser flexible y tenes que entender que no podés pretender que un emprendimiento de cero tenga los procesos de las grandes empresas. Uno ya empieza con la cultura ya metida adentro y te ayuda a entender que nadie te va ayudar, o que no tenemos que esperar nada de arriba y que tenemos que salir adelante de nuestra forma.
“Uno empieza con la cultura argentina metida adentro y eso te ayuda a entender que nadie te va ayudar, que no tenemos que esperar nada de arriba y que tenemos que salir adelante de nuestra forma”
Yo he tenido siempre en cuenta que las reglas de juego nos pueden cambiar en cada momento. Tenemos que tener la agilidad de aceptar las nuevas reglas y no focalizarnos tanto en esto. Muchas veces el problema que tenemos en Argentina es que por estar en el día a día perdemos el horizonte de largo plazo. Éste es otro de los riesgos porque la locura de los cambios y de las noticias nos mantiene preocupados en esto y no en lo que queríamos realmente cuando empezamos el negocio.
Una recomendación que me gusta dar es que, si vas a tener un emprendimiento que querés que sea grande, tal vez lo que tengas que pensar no sólo para Argentina. Cuando empezamos con Workana, sabíamos que el mercado argentino iba a ser muy chico y eso nos obligó a ampliarlo a toda América Latina. Y hoy, la verdad que Argentina es una porción menor del total y Brasil es casi la mitad de todo lo que pasa en la plataforma y esto nos hace sacarle un poco el foco a Argentina a pesar de estar ubicados acá.
¿Cómo ves el presente del país?
Aunque sacamos el foco, estamos acá y tenemos más de 300.000 freelancers de Argentina. Creo que el presente va a ser duro, va a costar mucho que salgamos de esto y vamos a tener que hacer un pacto como sociedad para poder salir poco a poco. Creo que las reglas van a ser complejas y hay que ver cómo quedan esas reglas para exportar servicios al exterior a nivel del país, para poder hacerlo de la manera más estable posible.
“Muchas veces el problema que tenemos en Argentina es que por estar en el día a día perdemos el horizonte de largo plazo”
Las reglas, como las retenciones, a veces se ponen para grandes empresas y son bastante duras para un sector vulnerable como los freelancers. Entonces, estaría bueno que el Gobierno lo tenga en cuenta. Pero todo esto ayudaría a que ayudemos a este sector que continúa desarrollando y que además es un sector que generalmente trae divisas al país porque en general Argentina es un exportador neto de servicios y eso es positivo para lo que queremos lograr como país.
Hace poco un emprendedor patagónico nos dijo “hay que tener garra para emprender”. ¿Lo ves así?
Si, se ha romantizado mucho el emprender en los últimos 12 o 15 años. Creo que hay que entender que ser freelancer no es para todos, ser emprendedor tampoco es para todo el mundo. Es un camino mucho más incierto, cansador, uno se autoexige mucho, toma responsabilidades que son muy grandes. Hay que entender que las reglas del país cambian y esto tal vez pueda acabar con tu negocio, entender que esto puede matar y que es parte de las reglas de juego.
Para nosotros los primeros años fueron muy muy duros para que el negocio comenzara a funcionar y que tengamos el dinero disponible para poder seguir operando. Luego de cierto punto, eso se volvió un problema más chico y hoy no es algo que nos quite el sueño. Esa curva fue difícil y fueron tres años que no se los recomiendo a nadie.
Redacción: Carla Barbuto
Producción: Cecilia Russo