Entrevista Realidad Económica
Tras la elección bonaerense crece la incertidumbre política y económica

Luego de los resultados electorales de la provincia de Buenos Aires, en Realidad Económica dialogó el economista y titular de la consultora Outlier, Gabriel Caamaño quien realizó un análisis del escenario político y económico.
El economista advirtió que la derrota de los candidatos oficialistas responde a la combinación de factores externos adversos y a errores internos del propio gobierno que se suman al clima de incertidumbre que atraviesa el país.
“Hace apenas tres o cuatro meses, el oficialismo creía que podía ganar en la Provincia caminando, confiado en que la economía alcanzaba para sostener el triunfo. Sin embargo, terminó perdiendo por 15 puntos. Eso explica en parte por qué el mercado ya venía castigando los activos argentinos con caídas en bonos, suba de tasas y presión cambiaria”, señaló.
Caamaño remarcó que el contexto internacional tampoco jugó a favor: precios de los commodities más bajos, el petróleo en niveles inferiores a los de 2024, la soja por debajo de los 380 dólares y un oro en récord histórico como refugio en un escenario global de incertidumbre.
“El Gobierno pensó que el viento de afuera iba a ayudar y pasó lo contrario”, indicó.
En su análisis también subrayó el impacto de la desilusión social y aseguró que la población toleró el ajuste porque creyó que luego llegaba algo mejor pero perdió la esperanza y teme otra devaluación, caída del salario y dificultades en el trabajo. Otro de los puntos que se remarcó en su análisis fue que en la provincia de Buenos Aires votó solamente el 61% del padrón.
“La economía real está estrangulada. Caen las ventas, suben las tasas de interés, se achica el poder adquisitivo y los salarios no alcanzan. Será un mes y medio muy complicado hasta las elecciones de octubre”.
Finalmente, Caamaño consideró que la estrategia del Gobierno debería enfocarse en “calmarse, ordenar la comunicación, encauzar la política económica en línea con los compromisos con el FMI y recomponer el diálogo político”. Sin embargo, advirtió que el margen de maniobra es escaso: “En este tramo no hay demasiado para hacer más que bajar la volatilidad y esperar que alguna encuesta nacional traiga algo de alivio”.