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Agronegocios

Erosión hídrica: Provoca pérdidas por 30 millones de dólares anuales

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Según una investigación del INTA, alrededor del 26% del territorio argentino (72 millones de hectáreas) presenta niveles de erosión hídrica que afectan la salud de los ecosistemas. Las provincias con mayor tasa de erosión hídrica son Neuquén, Misiones y Santa Cruz.

Este dato surge del libro “Estimación de la pérdida de suelo por erosión hídrica en la República Argentina”, que llevaron a cabo especialistas el Instituto de Suelos del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.
Esta investigación, la primera realizada en los últimos 30 años, busca contribuir al ordenamiento y manejo sustentable de los suelos ya que se registró un agravamiento en relación al último estudio efectuado (1988).

La consecuencia inmediata de la erosión del suelo “es una disminución de la productividad agrícola, debido a la pérdida de nutrientes, a su deterioro físico y a la pérdida de profundidad”, indicó Juan Gaitán, especialista del Instituto de Suelos del INTA y uno de los autores del trabajo, quien puntualizó: “En casos extremos, puede implicar la pérdida total del suelo”.

Además de la pérdida de rendimiento de los cultivos, la erosión provoca otros costos que “no son valorizados en números” y corresponden a “costos ambientales”, causados por la pérdida o disminución de los servicios ecosistémicos que brindan los suelos. Según María Fabiana Navarro, especialista de la misma unidad del INTA y coautora del libro, “es muy difícil establecer los costos ambientales”. Por ejemplo, en el proceso de erosión, cuando el agua se lleva partículas del suelo, también se lleva partículas de contaminantes asociadas que, al llegar a los cursos de los ríos, contaminan los cuerpos de agua.

La erosión hídrica de la Patagonia

Las provincias con mayor tasa de erosión hídrica son Neuquén, Misiones y Santa Cruz. En tanto, las provincias con menores tasas de erosión hídrica son La Pampa, Formosa y Santiago del Estero.
En el caso de Neuquén, la tasa media es de 22,8 toneladas por hectárea por año y constituye, aproximadamente, la pérdida de una capa de 2 milímetros de suelo por año.

Asimismo, las mayores tasas de erosión ocurren en el norte de esa provincia donde, simultáneamente, se registran fuertes pendientes, precipitaciones de moderadas a altas y una fuerte degradación de la cobertura vegetal, principalmente debido al sobrepastoreo.

“La expansión de la frontera agropecuaria contribuyó a la deforestación de amplias superficies que, antes estaban bajo bosques naturales, y actualmente están bajo agricultura”, explicó Carfagno y agregó: “Aumentó la erosión hídrica, lo que se observa en el número de hectáreas que se encuentran bajo este proceso en los últimos años, información que surge del trabajo”.

Pero no solo la causa es la deforestación. “También ocurre o puede ocurrir cuando hay una conversión”, dijo Navarro. Consideró que cuando se pasa de “un sistema natural a un sistema antrópico, se produce de por sí un aumento, ya sea pequeño o grande, en la tasa de erosión, o, por lo menos, del riesgo de erosión”. Y, aunque a veces la erosión hídrica no ocurre, “sí está presente el riesgo”, subrayó.