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Informe CREA: el clima, clave para las cuentas del BCRA

El último reporte de actualidad agropecuaria del país realizado por CREA, asociación civil sin fines de lucro integrada y dirigida por empresarios agropecuarios, detalla la compleja situación que atraviesa el sector productivo en Argentina.
“Las condiciones climáticas adversas que atraviesa el país tiene importantes impactos en las diversas actividades agropecuarias, en sus comunidades y encadenamientos. En particular, para el ciclo 22/23 de trigo y cebada, se estiman pérdidas de 37% y 32% respectivamente. En términos de exportaciones, la merma, por la falta de lluvias y las heladas, implicaría unos USD 3.300 millones menos durante los próximos meses, lo que pone en juego el cumplimiento de las metas de reservas internacionales con el FMI”, comienza el reporte.
En este contexto, el llamado “dólar soja 2”, con una cotización de 230 pesos por dólar, apuntaría a acumular liquidaciones por 3.000 millones, buscando compensar la menor cosecha fina durante el verano. “Sin embargo, aún con la implementación del ‘dólar soja 2’, el panorama hacia adelante aún luce desafiante y las cotizaciones paralelas, luego de varios meses de relativa calma, parecen haber renovado su movimiento alcista, pasando la brecha de sus mínimos en 88% el 6-nov-22, al 100% en la actualidad (oficial vs CCL)”, continúa el informe de CREA.
En lo inmediato, durante enero y febrero de 2023 se deberán afrontar 1.130 millones de vencimientos de deuda nominada en moneda extranjera con privados y también pagos estacionalmente altos por turismo (755 millones de dólares el año pasado). “Para el resto del año, será clave la evolución del clima y el aporte de divisas que finalmente pueda hacer la cosecha gruesa 22/23. En ese sentido, hasta el momento, se encuentra sembrada el 37,1% de la superficie para soja (vs 61,4% promedio 2017-2022) y el 32,7% para maíz (vs 46,7% promedio 2017-2022), ambos con retrasos y a la espera de una mejora en las condiciones de humedad para avanzar con los trabajos”, detalla.
“La merma en los niveles de producción de la gruesa 22/23 podría aumentar la presión sobre las reservas y la cotización oficial del dólar, que acumula un retraso de 24% desde 2021. Por otra parte, luego de las dos ediciones del “dólar soja”, los stocks remanentes, que podrían amortiguar una mala producción, serán limitados de cara al 2023”.