Entrevista Realidad Económica
Viñedos Nant y Fall: un oasis de vino en la Patagonia profunda

A solo 12 kilómetros de Trevelin, sobre la Ruta 259 que conecta con Chile, se encuentra Viñedos Nant y Fall, un emprendimiento familiar que ha logrado lo impensado: producir vino de alta calidad en una de las zonas más australes del mundo. Allí, los fríos extremos moldean uvas con gran carácter, dando origen a un Pinot Noir sin paso por madera, de taninos finos, fruta fresca y excelente persistencia en boca.
En este rincón de la Patagonia, se elaboran distintas versiones de Pinot Noir —Print, Second, Tierc y Rosé—, además de cepas blancas como Riesling, Riesling Roble, Gewürztraminer, Chardonnay, y próximamente Pinot Gris. El reconocido crítico Tim Atkin otorgó 90 puntos a uno de sus vinos, una calificación equivalente a una medalla de oro.
Sergio Rodríguez, propietario del viñedo, compartió la historia del proyecto en una entrevista para Realidad Económica. “El emprendimiento comenzó en diciembre de 2009, cuando nos mudamos desde Mar del Plata a Trevelin. Adquirimos una chacra de cuatro hectáreas, repleta de mosqueta, con la intención de darle un perfil productivo”, relata Sergio.
Ubicado en un valle cordillerano a 340 metros sobre el nivel del mar, el viñedo nació como un sueño familiar influenciado por las raíces italianas de Sergio.
“Mi mamá es nacida en Friuli, Italia. Mis abuelos y bisabuelos trabajaban viñedos allá, incluso durante la guerra producían grapa a escondidas. Aunque no hubo una transmisión directa del conocimiento, la pasión quedó en el ADN”.
Previo a plantar, realizaron estudios de prefactibilidad que confirmaron la viabilidad del cultivo gracias al cambio climático, mejoras genéticas y sistemas tecnológicos de control de heladas. Así, en 2010 plantaron su primer Pinot Noir. Tras varios años enfrentando condiciones extremas —heladas de hasta -9°C que pueden durar 14 horas—, en 2016 lograron su primera vendimia.
“El 17 de abril de 2016 se embotelló el primer vino en la historia de Trevelin. Fue tan significativo para la provincia que se declaró esa fecha como el Día de la Producción del Chubut.”
El sistema de riego por microaspersión con agua del arroyo Nant y Fall permite proteger los viñedos formando una capa de hielo que actúa como coraza ante el frío. Paradójicamente, ese frío extremo también potencia los aromas, sabores y colores del grano, lo que otorga a los vinos una identidad única.
Con 2.82 hectáreas y alrededor de 15 mil plantas, Viñedos Nant y Fall produce entre 9 mil y 10 mil botellas por año, con proyección a duplicar esa cifra cuando todas las plantas estén en plena producción. La bodega cuenta además con un restaurante con vista panorámica al Parque Nacional Los Alerces, donde se sirven pastas caseras de inspiración italiana con rellenos patagónicos como cordero, trucha y ciervo. También hay opciones veganas, vegetarianas y para celíacos. El establecimiento está abierto los 365 días del año, de 8 a 22 h.
Sergio también anunció el lanzamiento de una segunda marca: Valle de Trevely, que incluirá jugo de manzana silvestre, producto típico de la zona. Además, Trevelin hoy cuenta con 17 viñedos, 8 bodegas, 4 marcas comerciales de vino y una Indicación Geográfica (IG) propia, una distinción otorgada por el INV en tiempo récord.
“Fue posible por la generosidad del terroir, la combinación única entre suelo, clima y método de producción. Aquí, una misma cepa tiene una expresión completamente diferente a la de otras regiones del mundo.”
Y para quienes quieran conocer esta historia en persona, Sergio hace una invitación abierta: “Vení, hacé un programa desde acá. Te alojamos, te damos de comer, te mostramos todo. Solo tenés que llegar a Esquel o Trevelin.”
Viñedos Nant y Fall no es solo un proyecto vitivinícola, es el reflejo de cómo la pasión, el trabajo en familia y el amor por la tierra pueden transformar un paisaje inhóspito en un terroir con identidad propia.
Instagram: @vinasdelnantyfall