Entrevista Realidad Económica
Maquinaria agrícola: El sector se prepara para un horizonte complicado
La maquinaria agrícola funcionó como una suerte de refugio para los productores. De hecho, según el INDEC, en el primer semestre de 2022, esta industria registró una facturación de 122.982 millones de pesos, un 78,1% más respecto del primer semestre del año anterior. Y la tendencia no era nueva: en todo 2021, las ventas habían sumado 171.182,8 millones de pesos, un 69,8% más en relación con 2020.
Los datos son contundentes. De hecho, el crecimiento se verificó en todos los rubros en los primeros seis meses de este año: las sembradoras aumentaron 84,7%; los implementos, 83,7%; las cosechadoras, 78,9%; y los tractores, 69,9%.
En el caso de las maquinarias nacionales, los mejores resultados se registraron en cosechadoras e implementos, con incrementos en la facturación del 103,4% y del 94,1%, respectivamente, al tiempo que los ingresos generados por iguales equipos importados crecieron un 3,4% y un 33,5%.
¿Esta tendencia nacional se vió en nuestra región? En diálogo con Realidad Económica, Matías Natalini, titular de Natalini Agro, concesionaria oficial de John Deere, dijo: “El mercado venía de forma pujante. Nosotros trabajamos con 6 meses de programación, hoy estoy viendo qué me van a pedir en mayo o junio de 2023, y lo que nos vino pasando es que los objetivos eran de determinada cantidad de unidades y la demanda hizo que se generaran atrasos. Había una sobredemanda en relación a lo que se podía fabricar”.
“Venimos de dos años de sobredemanda y en el 2023 la demanda va a volver a la normalidad. Hoy se nota un stand by, estamos volviendo a la normalidad de ventas. Hasta ahora, la incertidumbre hacía que la gente comprara dólares baratos al comprar maquinarias, ahora creo que como todo ha ido aumentando, las ventas van a ir bajando”, aseguró Natalini.
Complejidades en el horizonte
Para las empresas, la explicación de la tendencia en alza de 2022 es multicausal. “Estamos cerrando un año muy bueno, con buenas ventas y disponibilidad dentro de todo, en líneas generales es un buen año” , opinó Natalini, quien acaba de participar en Miami (EEUU) del Dealer Meeting 2023, en el que la compañía planteó los objetivos de cara a los próximos años.
Así como el balance de 2022 está teñido de buenas ventas, el panorama es más incierto de cara al 2023. Sobre el futuro, Natalini aseguró: “El presente de nuestra economía y la cuestión climática (de la sequía) hace que vayamos bajando la vara, creo que va a haber una contracción de mercado. Si me decis que el 2023 va a ser como el 2022, lo compro. Ojalá tengamos un año similar pero creo que va a ser muy complicado”.
Una odisea llamada SIRA
Cuando Natalini habla de un panorama menos alentador es imposible no pensar en las restricciones a las importaciones. ¿Cómo está afectando el régimen implementado desde octubre? Natalini es contundente: “Hay complicaciones con las importaciones. Las SIRA son un infierno pero dentro de todo lo malo, para nosotros que somos economía regional, estamos bastante ajenos a ese tema porque John Deere tiene una fábrica en Argentina y al poder exportar motores, eso ayuda un poco”.
“Desde que se pasó de SIMI a SIRA no entró ninguna máquina. No digo una o dos, digo ninguna. Pero sí vienen entrando repuestos y nos está pegando el atraso pero no hay imposibilidad de entrega. Hoy estamos en temporada de pastura y no hay máquinas de pastura como enfardadoras, por ejemplo. Eso es todo importado y eso no entró”.
Para terminar, aseguró: “Cada país tiene su contexto y nosotros vamos a buscar determinado crecimiento más allá de lo que pase con la política o el escenario coyuntural. Son factores que no podemos cambiar pero sí trabajamos en planificación con las variables que sí podemos manejar. Lo cierto es que el mundo necesita alimentos y Sudamérica es el lugar correcto para poder abastecer”.
Fotos: Maria Marta Martínez.