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LU5 Agro

“La Patagonia, una región con un futuro enorme”

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Hace seis años, el ingeniero Ramiro Guiroy llegó a Neuquén con el desafío de hacerse cargo de los viñedos de Bodega Familia Schroeder. Pasó el tiempo y actualmente se ha convertido en el responsable agrícola del grupo con la apuesta de producir, además de vinos de alta gama, aceite de oliva y… ¿trufas?

“El potencial agrícola de la Patagonia es enorme, creo que debe haber varios ojos mirando las superficies abandonadas por la calidad del agua, la tierra y la gente de campo… es una zona con un futuro enorme“, dijo en diálogo con LU5Agro.

¿Imaginabas este escenario tan variado?

Siempre me presenté como viticultor. Después de trabajar en una bodega italiana-chilena en la que todos son asesores internacionales, te especializas mucho en viñedos. Al llegar al grupo, Roberto y Juan (Schroeder) están todo el dia pensando en qué pueden plantar, hacer, innovar y dentro de poco tiempo se sumará la cosecha de trufas. Otro cultivo más para la lista.

¿Qué evaluación haces de la calidad de la vendimia?

Fue muy buena, es algo que se está acentuando en la región. Las temperaturas máximas de han mantenido hasta los 32 grados, que es cuando la  planta mejor trabaja y lo hace durante las 14 o 15 horas de luz. Te madura antes pero eso no va en detrimento de la calidad sino que la planta logró cumplir su objetivo antes.

Y, además, tenés la amplitud térmica…

Si, todos los días. La Patagonia se está marcando más como región vitivinícola de lo que antes se pensaba. La realidad es que es una zona espectacular para la vitivinicultura. Las temperaturas máximas en el momento en el que la planta trabaja y genera todo lo que necesita son óptimas. Recordemos que cualquier cultivo trabaja en una franja de temperatura. En general, todo lo que es arbustivo a menos de 10 grados no trabaja y en más 30 o 32 tampoco. Al estar abierta esta franja, la planta la pasa realmente bien, por ende, está bien la uva y el potencial de vino es bueno. Esto se ha marcado en los últimos años en la Patagonia y es importante.
Éstas son condiciones que se están dejando de ver en otras regiones vitivinícolas del mundo y del país. Estas condiciones están marcando a la Patagonia con mucho potencial vitivinícola.  Tuvimos una cosecha perfecta, con todo lo que la uva necesita y más temprano.

Estuviste en Europa hace un tiempo viendo nuevas tecnologías, ¿trajiste algo de allá? 

Nosotros fuimos hace tres años a España buscando ya tecnología específica aprovechando las facilidades para importar y trajimos una curadora multi hilera, que hace tres hileras en una sola pasada. Hay menos compactación de suelo, menos gasto de gasoil. Es nebulizadora, funciona muy bien, aún con vientos fuertes te permite curar, no hay deriva.

Los europeos tienen máquinas que son un lujo aún para superficies muy chiquitas. 

También se compró una cosechadora mecánica, de tiro para uva la calidad de cosecha es espectacular. La tecnología que hay es abismalmente mejor que hace 15 años. Estamos muy contentos.

Este año también empezamos a comprar los tractores cabinados traídos de Europa. Mejoran mucho la calidad de vida del conductor.

“Olivos en los callejones”

Ya terminó la cosecha de uva y siguen los olivos… 

Históricamente termina la uva y sigue la aceituna por una cuestión vinculada a la logística de personal. Este año fue tempranero para la uva, cosechamos casi un mes antes de lo tradicional, que fue a mediado de marzo. Esto pasó en todo el país.

Y esta semana estamos empezando con la aceituna, que empieza a cambiar de color y es el momento ideal para la extracción de aceite de calidad. Estamos en ese proceso.

¿Tenías experiencia con los olivos?

En la facultad se enseña y en todo campo familiar de Mendoza siempre tenés. En la Patagonia, al ser nuevo el cultivo, las plantaciones se han puesto variedades más modernas que las que hay en Mendoza. Son muy aromáticas con buen bouquet. En la tradición mendocina hay variedades mucho más viejas y multipropósito. Allá en cualquier finca, aunque seas viticultor, siempre tenés 100 o 200 olivos. Es muy común.

¿Tienen pensado fraccionar Uds. o van a tercerizar esa etapa?

La idea es tercerizar este año y veremos cómo sigue. En algún momento la idea es tener nuestra propia planta para extracción. 

En Europa se ve cómo la viña va de la mano del aceite de oliva..

Si, en Mendoza es muy tradicional porque los tanos y los españoles plantaban olivos en los callejones. 

Acá estamos en los 6500 kilos por hectárea de aceitunas, que es un buen número. La cosecha es toda manual porque está en ladera con bastante pendiente. 

“Un futuro enorme”

Hace seis años te mudaste de Mendoza a Neuquén, ¿te adaptaste a esta zona?

Si, ya tengo una hija neuquina, Guadalupe. La zona es muy linda. Siempre uno miraba la Patagonia en la facultad y veíamos defensa contra el viento, la helada, el frío.. pero climáticamente es parecida a Mendoza pero sin zonda, que es una ventaja. 

En temperatura son 5 grados menos que allá y la verdad es que es muy agradable. El potencial agrícola de la Patagonia es enorme, creo que debe haber varios ojos mirando las superficies abandonadas por la calidad del agua, la tierra y la gente de campo… es una región con un futuro enorme.