Enología
Informe: “Producción primaria, entre las más golpeadas”
“En los últimos 12 meses se consumió en Argentina menos de la mitad de vino que en 1991, claramente se trata de una caída estructural agravada en los últimos años por variables de contexto económico. Dos fenómenos marcaron la última década: premiumización del consumo y concentración en Malbec”, así comienza el Informe de la Vitivinicultura Argentina, de la División Vinos del Banco Supervielle.
A la hora de explicar la tendencia de los últimos cinco años, “ hay que mirar tres variables macroeconómicas muy relevantes: Ingreso, aceleración inflacionaria y tasa de interés”, continúa el reporte.
La exportación, favorecida por la coyuntura
En el último año, por primera vez desde 2012 la exportación de vinos creció tanto en volumen como en valor. Según los analistas del Banco Supervielle, la explicación hay que buscarla en la fuerte devaluación de 2018 que permitió aumentar exportaciones, especialmente de vino a granel.
“Medido en moneda constante el aumento del valor exportado fue sustancialmente más elevado y lo sitúa al sector en los niveles de 2012”, detalla el informe.
En este contexto, la participación del Malbec en la exportación total volvió a subir su participación y superó el 65% del total en volumen. En cuanto a destino, Estados Unidos sigue dominando el foco de los exportadores con el 37% de concentración de envíos y le siguen Reino Unido y Canadá. Gran parte de lo perdido en Estados Unidos se ha ganado en Reino Unido.
“La escasez futura de divisas en la macroeconomía presagia que el tipo de cambio puede mantenerse elevado y que el mercado exportador de vinos será atractivo para las empresas de vinos argentinos”, afirma el documento.
La producción, al ritmo de los vaivenes de la macro
La producción de uvas para vinificar del último año fue un 8% inferior al anterior mientras que los precios promedio se ubicaron un 37% por debajo en moneda constante lo cual llevó a una caída de la facturación del orden del 48% más bajo.
“El nivel actual del valor de la producción vitícola se ubica así en uno de los valores más bajos de las últimas décadas. A pesar de ello varias tendencias estructurales parecen mantenerse y una mirada más precisa da cuenta que esta situación las profundizó”, continúan los analistas.