Entrevista Realidad Económica
Marangoni, con todas las letras: “Hoy el Frente de Todos es el frente de nadie”
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El politólogo Gustavo Marangoni fue contundente al describir el escenario político y económico que atraviesa a nuestro país: “Hoy el Frente de Todos es el frente de nadie sino vuelve a ser de todos, es muy difícil que aparezcan las soluciones”, dijo en una extensa y profunda charla con Realidad Económica.
Inflación, dólar y riesgo país disparados, por sólo mencionar algunos indicadores. ¿Cómo ve el minuto a minuto?
El minuto a minuto es caótico por las incertidumbres que mencionás. Pero si uno junta ese minuto a minuto en las horas, los días, las semanas y los meses es la consecuencia económica lógica de una crisis que primero fue política. empezó con la derrota en las elecciones, se profundizó con las renuncias posteriores y terminó de profundizarse cuando Maximo Kirchner decidió renunciar a la presidencia del bloque oficialista en Diputados.
A partir de esos episodios la situación política, la credibilidad del gobierno quedó tan deteriorada que su capacidad del gobierno decidir quedó tan neutralizada que la economía fue reflejando esa situación. Y la renuncia de Martin Guzman fue una suerte de acelerador de todos los procesos. El ex ministro probablemente tenía los elementos para saber que iba a ser así con él o sin él.
“Es muy difícil llevar adelante un gobierno así. Tenemos una suerte de gobierno sin oficialismo y un oficialismo sin gobierno”
¿Hay retorno?
Hay posibilidades, por supuesto. Hay que volver a la simpleza de las cosas. Los gobiernos son defendidos por el oficialismo y criticados por la oposición en cualquier lugar del mundo. Pero nosotros hemos inventado algo diferente que es que el gobierno es criticado por el oficialismo antes que por la oposición y de una manera más asertiva y definitiva.
Lo que hay que resolver es esta cuestión y no por simpatía sino para no autodestruirse. Si vamos a ver simplemente el anuncio de medidas episódicas para enfrentar una crisis de la gravedad de Argentina, creo que no es el camino. Si uno piensa que la crisis cambiaria que estamos viendo se detiene con la posibilidad que los turistas extranjeros liquiden en casas de cambio los dólares, claramente estamos en un error de diagnóstico y de dimensión del problema que estamos viviendo.
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“Es muy difícil llevar adelante un gobierno así. Tenemos una suerte de gobierno sin oficialismo y un oficialismo sin gobierno”.
¿Qué margen hay de maniobra?
En primer lugar, cuando haces anuncios, lo conveniente es anunciar un conjunto de medidas todo juntos. De hecho es parcelar la respuesta, anunciás de manera separada y generar una expectativa que después no sabes si vas a poder cumplirla, no parece lo más recomendable. Estamos todos muy sensibilizados y ante el anuncio del anuncio de medidas, no tendemos a pensar en positivo. Tendemos a pensar que va a ser algo que te perjudica y te anticipas.
Punto número dos, el corazón del problema es cómo diseñar un gobierno que fundamentalmente tenga el respaldo del mismo gobierno. Estamos ante una situación muy peculiar, es un gobierno que no es “atendido por sus dueños”, parte importante del gobierno no se siente solidarios con el programa, con los funcionarios y demás…
Es muy difícil llevar adelante un gobierno así. Tenemos una suerte de gobierno sin oficialismo y un oficialismo sin gobierno. Es algo que hay que emprolijar inmediatamente y si se logra, no con fotos sino transmitiendo una serie medidas importantes que logren un cambio en la confianza, esto parece que se puede generar si todos participan del anuncio.
Tenemos una nueva ministra de Economía desde hace dos semanas y sabemos que no la ha vetado la vicepresidente pero no se ha manifestado ni respecto de las declaraciones ni de las medidas. Y de lo único que hubo declaración es de la relación del gobierno con la Justicia y de ella personalmente con la Justicia.
“Que un presidente diga que no quiere liderar es como un cirujano que se impresione con la sangre”
Estábamos complicados y ahora con la Justicia en el medio…
Claro, me parece que todas estas cuestiones impactan. Ideas tenemos todos pero llevarlas a la práctica necesitas confianza y para tenerla necesitas la convivencia del gobierno a la hora de tomar medidas. Esto no ha sucedido. De hecho, en los últimos días ha trascendido que el propio presidente dijo que no quiere liderar la coalición porque si lo hace se puede romper y él no quiere eso.
Hay una serie de confusiones centrales. Que un presidente diga que no quiere liderar es como un cirujano que se impresione con la sangre. La presidencia supone liderazgo en un país cuya cultura política está marcada por el presidencialismo.
Por otro lado, la alianza del Frente de Todos con los movimientos sociales también parece haberse roto. ¿Te genera preocupación?
Los dirigentes de cualquier orden deben tener una responsabilidad porque, como dice el dicho, palabra en tierra suelta no tiene vuelta. Hay que ser muy prudente con los escenarios que uno desarrolla.
El paso es bajar un cambio y debe haber una iniciativa del gobierno inclusive por su propia preservación y en función del bienestar general. Hoy el Frente de Todos es el frente de nadie sino vuelve a ser de todos, es muy difícil que aparezcan las soluciones.