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Entrevista Realidad Económica

La horticultura atraviesa días complejos

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La horticultura familiar, que imprime su sello en el mercado local, atraviesa un duro momento y los horticultores valletanos alertan por el incesante incremento en los costos, que ponen en jaque la actividad.

La adquisición de semillas, fertilizantes e insumos en general “se nos hace imposible”, advirtió José Janco, horticultor familiar del Alto Valle que trabaja media docena de hectáreas en Guerrico.

“Todo se disparó, las semillas, el abono, todo es a valor dólar y lo único que estamos haciendo es tratar de cuidar los recursos y producir lo justo y necesario porque también cuesta vender y no podemos perder nada en este momento”, explicó en diálogo con Realidad Económica.

Janco lamenta que “todo hay que pagarlo con aumentos y cuando vendemos nuestros productos, no valen nada. Entonces, tenemos que subir los precios, en las verdulerías no compran y a la gente también se le hace difícil”. Por lo cual las expectativas, en el corto plazo, “son preocupantes”.

El reino del revés

“Está todo dado vuelta y cada vez la cosa se pone peor. Es muy triste porque no sabemos de acá a unos meses qué va a pasar y muchos compañeros están abandonando la tierra, se dedican a cualquier otra cosa que les permita vivir”, contó el productor.

La incertidumbre inflacionaria y el estresante ritmo de la economía argentina deja huellas en todos los sectores. Mucho más profundas, sin dudas, en aquellos pequeños sectores que siguen apostando a la producción, a contramano de los vientos de la realidad y viven el día a día con todo el peso sobre sus espaldas.

 

 

Producción amplia

Junto a su familia, Janco produce berenjena, tomate, pimiento, rúcula, cebolla, zapallo, lechuga, perejil, cilantro, acelga, espinaca, maíz, melón, rabanito, remolacha, zanahoria, repollo y sandía.  

Nacido en Chimpay, cuenta: “Ahora estamos ‘en descanso’. Vendemos zapallos y cebolla y nos preparamos para sembrar en septiembre, en agosto ir limpiando, vamos comprando semillas para economizar un poco cuando llegue la temporada”.

Tierra de horticultura

En la región, hasta los últimos años, según un relevamiento de la agencia de extensión del INTA en Roca, las localidades de Cervantes, Mainqué, Huergo y la misma Roca concentran más de 100 productores, con un total de 708 hectáreas de hortalizas diversificadas.

“En general, son productores familiares de origen boliviano, con gran diversidad de cultivos, entre 15 o más. Cada familia con una producción de entre 2 y 5 has, tierra alquilada, lo cual genera limitaciones en las inversiones, tanto en invernaderos como mejoras en viviendas”,  comentó Natalia Zunino, antropóloga social de INTA.

“Otra alimentación es posible”

Además de su desempeño como horticultor, Janco integra un grupo que recibe el apoyo y asesoramiento de la agencia de extensión del INTA en Roca, en el marco de la campaña “Otra alimentación es posible” y Zunino es una de las profesionales que impulsan el proyecto.

“Buscamos acompañar y asesorar a los productores y, antes de la pandemia, habíamos armado una red interinstitucional entre municipio, universidad, hospital, para ver qué pasaba con la problemática de la alimentación en la zona. Qué se sabía de los alimentos locales”, explicó Zunino.

Y agregó: “Buscamos aportar información, no sólo sobre qué comemos sino de dónde vienen los alimentos vinculados a aspectos sociales, y también con el fin de tender a prácticas más sustentables.

Por Silvana Salinas