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Giacinti: “El acuerdo abre oportunidades y desafíos”

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La semana pasada se conoció el acuerdo de libre comercio sellado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) en el marco del G20. Pasaron 22 años y finalmente el acuerdo, calificado como “histórico” desde distintos sectores, abre un mercado de 510 millones de personas para la producción local.
En diálogo con Luciano Fernández, el consultor frutícola Miguel Giacinti analizó el impacto del acuerdo en clave regional.

¿Cuál va a ser el impacto del acuerdo?
No fue una sorpresa. Desde principio de año, varios colegas del sector agropecuario de Europa estaban estudiando el impacto que podría tener. Llegaron a la conclusión que los distintos sectores vinculados al acuerdo tendrían una rebaja de hasta 4.000 millones de euros anuales en los impuestos que Europa paga por ingresar al Mercosur. Esa es la dimensión del potencial que tiene para los productores y fabricantes europeos.
Ahora bien, ellos tomaron precauciones. Hay letra chica del acuerdo en el sentido que el Mercosur tiene que proteger marcas regionales y una serie de medidas para preservar marcas o licencias protegidas y una serie de cuestiones técnicas.
Para manzanas y peras tiene un beneficio menor que para cerezas, uvas o frutos secos porque esas frutas han tenido un arancel tipo ventana que sólo afectaba a envíos tempranos de Williams y Gala.

Ese acuerdo es histórico y el estado de ánimo que vi en los productores de Europa es extraordinario

Para no pagar estos aranceles, los importadores dejaban la fruta en los frigoríficos del puerto y lo incorporaban al mercado en marzo. Eso tenía dos connotaciones: No pagabas arancel pero sí un costo de frigoríficos y, por otro lado, tenías una ventana de tiempo hasta que tenían cero arancel durante el cual no vendías al mercado europeo. Al tener cero arancel, no vas a pagar frigoríficos y podés ampliar tu ventana comercial. Los beneficios indirectos son superiores al hecho de calcular de cuanto es el arancel. Se ganan dos semanas de ventas y hay menos riesgo que haya fruta que se madure en el frigorífico. La cuestión negativa es que hoy por hoy las peras, que es el principal fruto exportado a Brasil, tiene un crecimiento sustancial de ventas europeas de Portugal, de España y Bélgica o Italia. En manzanas, este año Europa envió unos 20 millones de kilos.

“Había una gran euforia en Europa y creo que en el Mercosur hay que celebrarlo porque estábamos medio claustrofóbicos”

El mercado del Mercosur ya no es “coto de caza” para la Argentina por las frutas que ingresaran de Brasil. Además, está el costo extra que tiene el transporte y por eso va a aumentar la competencia en el mercado, lo cual desplazarará a los productores que no se acomoden en términos de calidad y costos. Hay un balance y un desafíos de cara al futuro, sobre todo para peras y manzanas. No tanto para cerezas, ciruelas, durazno, uvas y frutos secos.
A simple vista, el acuerdo abre oportunidades pero presenta desafíos para los productores y empresas de la región sobre cómo optimizarlo, que es importante, pero hay una cuestión por explorarse: Las asimetrías detrás del acuerdo.

¿A qué te referís?
Si un productor de Europa no va a tener aranceles para entrar a Brasil, ¿cuál es la estructura de impuestos que tiene ese productor en relación al argentino? Porque lo  que hace el arancel es eliminar todas las barreras en términos de tarifas de ingreso y si no se logra adecuar esta asimetría en materia impositiva, no va poder pelear. 

Hay sectores, como el del vino, que están celebrando el acuerdo…
Uno de los aspectos más positivos de este acuerdo es que se eliminan los intermediarios comerciales. Por ejemplo, El Corte Inglés tiene acuerdos con productores de Chile, que ya tiene cero arancel con la UE. En el caso del vino, tiene rebajas progresivas en los aranceles y esto significa una expectativa muy clara de reducción de costos y, en segundo lugar, la posibilidad de eliminar intermediarios. En forma automática no te va a significar un beneficio directo sino que vas a tener que trabajar para obtenerlo. Eso veo como potencial en el vino.

“Desplazarará a los productores que no se acomoden en términos de calidad y costos”

¿Qué otras herramientas pueden utilizarse para protegerse? Por ejemplo, en temas sanitarios.
Europa no hace concesiones en temas sanitarios y hay un protocolo que todavía no se conoce, no circuló. En este tema todavía no habría un cambio en relación al estado actual por el cual se venden las frutas a Europa, pero podría tener algunas cláusulas especiales.


¿Hay alguna otra cuestión que te haya llamado la atención?
Hace cuatro meses había un gran trabajo de todos los sectores de evaluación de escenarios, de impacto del acuerdo por parte de Europa. No sentí que el mismo análisis se haya hecho en el Mercosur. Si existieran esos análisis de cuestiones de riesgo, estaría bueno que circule. El protocolo del Mercosur no habla de estos temas.
Ese acuerdo es histórico y el estado de ánimo que vi en los productores de Europa es extraordinario. Había una gran euforia en Europa y creo que en el Mercosur hay que celebrarlo porque estábamos medio claustrofóbicos.