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Energía

Gas de Vaca Muerta: avanzan dos licitaciones de ductos

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La reversión del Gasoducto del Norte y la construcción de la segunda Etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) son las obras de transporte que buscan asegurar el abastecimiento interno con producción incremental de Vaca Muerta y ahorrar divisas.

El tramo inicial del  gasoducto de Vaca Muerta forma parte del plan Transport.Ar que junto a las obras complementarias de ampliación del Gasoducto Neuba II y el tramo Mercedes-Cardales amplía la evacuación de la cuenca neuquina.

La licitación de la reversión del Gasoducto del Norte tuvo su puesta en marcha el viernes pasado con la recepción de ofertas y la  apertura de antecedentes de la empresa estadounidense Pumpco, y las locales BTU y Techint-Sacde, estas últimas que ya tuvieron a cargo distintos renglones del Tramo I.

La licitación está conformada por el renglón 1 que abarca la reversión de cuatro plantas compresoras del Gasoducto Norte, el loop de ampliación y la construcción de los 22 kilómetros finales de un nuevo tramo de 122 kilómetros totales entre Tío Pujio y La Carlota; el renglón 2 abarcará del kilómetro 0 al 50 y el renglón 3 del kilómetro 50 al 100.

Para los próximos días, luego de sortear la etapa de vista para observaciones e impugnaciones, se podrá avanzar con la apertura de las ofertas económica, la adjudicación y firma de contratos a mediados de octubre, con la idea de tener la obra finalizada y operativa en mayo de 2024.

Así, la reversión posibilitará un ahorro de US$ 1.600 millones de importación para el año próximo, lo que sumado a los US$ 4.400 millones de sustitución de la etapa I del GPNK permite alcanzar la cifra de US$ 6.000 millones entre los dos proyectos.

La reversión demandará una inversión de US$ 710 millones, de los cuales 540 millones serán aportados por un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina -CAF, y beneficiará a los hogares e industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.

A la vez, el gas de Vaca Muerta permitirá el desarrollo a escala de nuevas actividades fabriles, especialmente la minería de litio, bajará el costo de generación eléctrica y del gas natural, y generará 3.000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos.

En este escenario también se suma la otra gran obra que Enarsa tiene en proceso de licitación inminente, que es la Etapa II del GPNK, una obra de 526 kilómetros que extenderá el ducto desde Salliqueló hasta San Jerónimo, un nodo del sistema gasífero ubicado en el sur de la provincia de Santa Fe.

Esta licitación, prevé desdoblarse en dos instancias de las cuales la primera a convocarse estará referida al suministro de caños para los 526 kilómetros de nuevos ductos, para luego avanzar con la obra civil en distintos frentes simultáneos de construcción, en un formato similar a la Etapa I.

También se va a establecer un plazo de ejecución lo más acotado posible por las necesidades que tiene el país, por lo que se estima que a finales de 2024 podrían estar operativos los trabajos, para completar la sustitución de importaciones.

El costo total del proyecto será de US$ 3.200 millones de acuerdo a estimaciones oficiales, por lo que el financiamiento será uno de los temas clave de la licitación, ya que correrá a cuenta de los privados ofertantes, y ya no por parte del Estado nacional.

Su puesta en marcha no sólo complementará el abastecimiento interno, sino que fundamentalmente permitirá proyectar la exportación del gas de Vaca Muerta a los cordones industriales del sur de Brasil, a través de la infraestructura adicional a la existente hasta la localidad de Uruguayana, a través del Gasoducto del Mercosur, o de Montevideo por el Gasoducto Cruz del Sur.