Galván habla de la usurpación: “Es un grupo de mafiosos que usa el buen nombre mapuche”

Desde el 22 de septiembre integrantes de la Fvta Xayen mapuche ocupan una chacra ubicada en el paraje de Los Algarrobos a 15 km de Añelo, capital de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, propiedad la familia Galván, dedicada a la producción de alfalfa. En diálogo con LU5 Agro, Carolina Galván aseguró: “Neuquén tiene una historia hermosa con los verdaderos mapuches, me llena de orgullo ser neuquina, de ser una de las provincias que reconoció a las verdaderas comunidades pero ahora es distinto, estas no son comunidades, es un grupo de mafiosos que usa el buen nombre mapuche y se abusa y mal usa de esta buena ley”.

¿Cómo están hoy y qué novedades hay al respecto?

Es la segunda vez que usurpan el campo, son las mismas personas, no se explica por qué porque la verdad que están en riesgo. Ellos a la hora de desentender un acuerdo que firmaron llevaron a una causa que llevaban todas las de perder así que acá seguimos con el reclamo de justicia porque más allá de eso estas personas siguen circulando, ¿no?
Si bien la policía está en una de las tranqueras, sabe que hay otras entradas y salidas porque de hecho vemos la rotación de vehículos… Bueno, ellos están ahí, rotando, circulando y nosotros acá esperando para ingresar. 

Encima es una zona del campo donde ustedes estaban empezando a hacer movimiento del suelo para implantar cultivo de alfalfa.

Exacto, ahí pasa un canal de riego y ya habíamos hecho las compuertas y justo estaban ingresando las máquinas para hacer el movimiento de suelo de manera tranquila. De hecho, el hombre apenas los ve se va, porque no quiere tener problemas. Desde el 26 que siguen ahí, y siguen rotando y circulando, que eso es lo que más me llama la atención porque después el fiscal también emitió una orden para que secuestren los vehículos que salían del campo… Hasta ahora no hay ninguno secuestrado y sin embargo hay una rotación. Añelo es muy chiquito, es grande y chico a la vez, se conocen todos, esta gente se ve, pero bueno, seguimos esperando a ver qué va a pasar. 

¿Tuvieron una reunión con Vanina Merlo?

Si, lamentablemente tuvimos que convocar a gente para que vaya a la casa de gobierno, que aprovecho y agradezco a Fruticultores de Río Negro y Neuquén, porque gracias a ellos se pudo convocar gente, hacer una movida, para que nos pueda atender; que también es inexplicable que si uno no llega a esa instancia no atienden llamados, no atienden mensajes, ni ella ni los asesores…

“¿Qué es una buena convivencia  porque yo no la estoy pasando bien, mi familia está muy mal, todos muy nerviosos”

Entonces, hay que llegar a esa instancia para que nos reciba. A nosotros todo nos cuesta tanto y para ellos es tan fácil todo, usurpar, entrar y salir, llegar a los medios. Uno tiene que buscar apoyo de la gente, molestarla. Vuelvo a agradecer a todos los que nos ayudaron, sobre todo a Sebastián Hernández y la Cámara de Centenario.

Así nos recibió y cuando lo hizo dijo que estaban trabajando en la investigación y que, por un lado, el gobierno tiene la postura de defender la propiedad privada pero, por el otro, habla de la buena convivencia. No puede haber buena convivencia cuando alguien está cometiendo un delito, porque está afectando a otro; entonces, replanteémonos qué es una buena convivencia  porque yo no la estoy pasando bien, mi familia está muy mal, todos muy nerviosos. Imagínate la tensión, es dejar todas tus actividades de lado, tu familia, tu trabajo día a día, para dedicarte a esto porque desespera ver que para uno todo es difícil…

Lo peor es que la justicia ya actuó ¿no? Y emitió una orden de desalojo en el mismo día que se había dado la usurpación…

Sí, el Fiscal Vignaroli la verdad que excelente, porque no sólo actuó enseguida sino que nos recibió para explicarnos la situación y todo, por eso fue con quienes nos tuvimos que movilizar para que nos escuchen y den una explicación fue con la parte del Ministerio de Seguridad y después de estar dos horas afuera de la casa de gobierno nos recibieron, sí. 

“Nos preocupa mucho a nosotros y los vecinos es qué entiende el gobierno de Neuquén por buena convivencia”

¿Tenés alguna otra ruta legal como para que Vanina Merlo actúe? 

No, uno está atado de pies y manos con todo el sentimiento de impotencia y venimos escuchando que esto no solamente depende del gobierno de Neuquén sino que además hay presiones de Nación, porque se vence la ley y esta gente está apurada por estas usurpaciones que se están dando en Neuquén para poder ingresar al relevamiento. 

Son personas que quedaron afuera del relevamiento -porque nos corrigió la Ministra y nos dijo que no le digamos más comunidades- el único punto positivo, que no son reconocidas como tales y están desesperadas por entrar al relevamiento antes que se venza la ley. Y en el medio cae uno, afectando toda la economía familiar, el trabajo…la salud. 

Mi papá la vez anterior le dio un ACV, imagínate pasó 40 años gestando un campo niveló, sistema de riego, lo puso en producción para que estas personas lo usurpen. La verdad que el último año de su vida terminó con un ACV y pasándola muy mal a causa de tanta tensión; no dimensionan el daño que hacen, por una ambición económica. Es netamente económica, acá no hay nada religioso ni ancestral, porque desde el 78 que se compra el campo hasta el 2017 jamás nadie lo reclamó, ni veíamos ceremonias ni pidieron permiso para hacerlo ni eso que tanto dicen.

Ahora lo que nos preocupa mucho a nosotros y los vecinos es qué entiende el gobierno de Neuquén por “buena convivencia”. Neuquén tiene una historia hermosa con los verdaderos mapuches, me llena de orgullo ser neuquina, de ser una de las provincias que reconoció a las verdaderas comunidades pero ahora es distinto, estas no son comunidades, es un grupo de mafiosos que usa el buen nombre mapuche y se abusa y mal usa de esta buena ley. Entonces, yo creo que los gobiernos tienen que entender que no son las primeras épocas de Sapag cuando hablaba con los verdaderos mapuches allá en la cordillera. Ahora la provincia está manejada por esta Confederación que yo creo que ninguno supera una prueba de ADN, o de documentación.