Enriquez: “Nos encantaría tener trabajadores locales”

En plena temporada de trabajo fuerte en el mundo de la cereza, Carlos Enriquez, titular de Vista Alegre Cherries, repasó cómo está el sector. “Somos un gran generador de mano de obra, nos encantaría tener más gente local. Es difícil, tenemos que traer casi 400 personas del Norte a costa de la empresa. Ojalá hubiésemos podido tener cosechadores locales. Uno lo que promueve es el trabajo del lugar”, dijo el productor y exportador en diálogo con LU5 Agro.

¿Cómo están las cosas?

Bien. viste que esto no es una línea recta sino una carrera con obstáculos. El clima nos ha permitido tener una muy buena cosecha, de muy buena calidad. Si bien los volúmenes estimados no van a estar, pero de alguna manera la calidad compensa muchísimo ese factor. 

hemos tenido buen tiempo, alguna amenaza de lluvia, que en esta época del año es algo muy complicado para que no se genere un cracking en la cereza madura, y para que no se eche a perder el producto. en ese sentido estamos muy muy bien.

¿Cómo están con la mano de obra?

Entre cosecha y empaque están involucradas entre 500 y 600 personas. Es una actividad que está 35 días desde su primera variedad hasta la última. Durante el año somos 50 o 60 personas y en esta época se multiplica por 10. Podes coordinar todo para un cultivo tan exigente y premium es un desafío de lo profesional y lo personal, estamos con un buen equipo tratando de colocar nuestro producto en el mundo.

Somos un gran generador de mano de obra, nos encantaría tener más gente local. Es difícil, tenemos que traer casi 400 personas del norte a costa de la empresa. Ojalá hubiésemos podido tener cosechadores locales. uno lo que promueve es el trabajo del lugar.

Es muy lindo ver la cantidad de autos, bicicletas y motos que están en la entrada de la empresa, de gente que está ahí para trabajar, me enorgullece poder generar eso y que la gente viva del trabajo.

¿Y desde el punto de vista comercial?

Todas las temporadas son distintas. este año nos encontramos con que el gran succionador de cerezas del hemisferio sur sigue siendo china. es como si fuera toda la Unión Europea en un solo país con una capacidad de consumo muy alta  y creciendo. eso hace que los mejores precios y calidades se vendan allá. la logística es un gran desafío este año porque hay muy pocos aviones.

Nosotros habitualmente usabamos las rutas comerciales de Qatar, Air France, Lufthansa o British, Sudáfrica Airways o Emirates y se han bajado por el tema Covid. Es muy difícil llegar en aéreos a Hong Kong, que es como entra la mayor cantidad de cerezas a China continental y esto nos pone en un desafío muy grande. Hay que mandarlas en contenedores o, si no se consigue en tiempo y forma, esa fruta se pierde porque  no toda puede soportar 30 días de viaje. Si cuando ella no está en condiciones de consumo como producto premium, no sirve. 

Se encarecieron mucho los fletes, ¿no?

Si, muchísimo. Todo lo que es contenedores, más allá de un 50% y estamos hablando en dólares. En cuanto a los aéreos también, que no solo se encarecen sino que es poca la oferta. Las compañías aéreas salen a licitar o con un remate de precios. En un producto tan perecedero, perder la posibilidad de volar es muy grave. El 70% de la cereza que llega a China es por aire.

¿Podes trasladar a precio el aumento?

Los precios están bien, han aumentado un poco en relación al año pasado (que fue una temporada baja de precios). El aumento de precios lo absorbe el flete.

El productor siempre cree que va a estar todo bien, de esa esperanza vivimos y hacemos las cosas. Hay muchas dificultades por el Covid que muchas veces no se conocen. Ayer nos dieron la triste noticia que en Hong Kong se cerraba el aeropuerto a aviones que iban de Europa y de Estados Unidos. Al cerrarse, no tenemos la posibilidad de volar. Eso ha generado un gran caos porque ¿qué hacemos con toda esa producción ya lista para viajar en avión? Hay que buscar otros destinos, en volumen y en precio.

¿El mercado interno puede absorber más?

Nosotros somos una empresa que nos dedicamos prácticamente a la exportación, el 90% de nuestra fruta se puede exportar por su calidad. El mercado interno es muy informal, hay muchos productores con pocas plantas. Y esa fruta sale al mercado a competir con la fruta a la que vos le agregaste valor. Se junta mucha fruta y hace que los precios se derrumben y hace que no sea rentable por el costo de producción que tenemos nosotros.

Es una actividad con adrenalina, hay muchos productores que piensan en crecer y otros que prefieren aumentar la eficiencia…

Si, hay una serie de razones macroeconómicas. Hoy la gente está pensando más en el día a  día que en un proyecto a largo plazo. 

¿Se sienten acompañados?
Todo es opinable pero no. Por ejemplo, está el tema de la energía. Siendo el productor 

Del 40% de la energía del país tenemos una de las tarifas más caras. Lo hemos planteado hasta el cansancio con las autoridades provinciales y la incidencia de la energía en los costos de la fruticultura son enormes. Todo tenés que hacer riego tecnificado teniendo control del crecimiento de las plantas.

El Estado es un socio importantísimo para poder crecer. Ahí no vemos que haya una preocupación de cómo generamos empleo, capacitaciones… Las inversiones también dependen de la oferta laboral que encuentres. Si tenes una masa laboral que se va preparando, como pasa en el petróleo, vas a tener salidas laborales y se aprende una cultura del trabajo y de una actividad noble. Son ejemplos en los que el Estado sin poner un peso puede hacer acciones.

Todo el mundo habla de Vaca Muerta y me parece fantástico y somos una provincia privilegiada por la posibilidad de tener ingresos tan importantes a través del petróleo y del gas, pero no son recursos renovables. Por otro lado, el petróleo es muy sacrificado y no todo el mundo está preparado… Además, nosotros tomamos muchas mujeres para generar un segundo empleo en las casas… Es una actividad interesante. 

Chile exporta aproximadamente 400.000 toneladas de cerezas y toda Argentina, 8.000 (el 2% de lo que genera el país vecino). Solamente con la cereza, Chile supera todas las exportaciones de fruta de nuestro país y genera 300.000 puestos de trabajo.

Por otro lado, al no haber mano de obra disponible los salarios aumentan porque hay una competencia entre productores y exportadores por ese recurso, que es escaso. La gente tiene que ir a mejores empresas o productores que dan trabajo anual; es decir, se genera un círculo virtuoso que acá ese modelo de negocio existió hace 40 años y se fue perdiendo. 

Hay que pensar desde el Estado para dar las condiciones para que en conjunto con el sector privado se pueda hacer todo esto. 

Para hacer una inversión no se necesita solo el dinero; ese capital es solo facilitador, el resto es todo mano de obra. Las oportunidades que estamos perdiendo son increíbles porque en esta zona -me refiero a Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz- se produce una cereza de calidad premium. Tenemos la suerte de arrancar en Mendoza a fines de octubre y continuar hasta Los Antiguos a fines de febrero. La oferta argentina puede estar presente prácticamente durante 4,5 meses del año en los distintos mercados del hemisferio norte. eso te da un nombre país muy fuerte.

También estamos generando una especie de nombre de origen que se llama “Alimentos Argentinos” junto con el INTI, nos comprometemos a que nuestros productos cumplan con determinados protocolos de calidad y hoy el mundo es muy dinámico y te exige que tengan todas esas demandas y estamos en condiciones de hacerlo. Pero también necesitamos el apoyo del Estado para generar infraestructura, condiciones…

Tenemos que traer casi 400 personas y tampoco tenemos todos los alojamientos porque nuestra empresa no es un hotel para tremenda cantidad de gente. Imaginate que esto es por 30 días. Si tuviéramos mano de obra local todos esos cosechadores pueden ir a su casa a dormir y volver al otro día, estar con su familia, gastar el dinero en El Valle..

Hay gente reclamando trabajo y el trabajo, muchas veces, está…

Si traemos 400 personas de afuera es porque aca no las conseguimos. Nosotros privilegiamos el trabajo local. Ojala pudieramos tener mano de obra local y coordinar con el Municipio el horario del colectivo…. Hay mucho por hacer.

Todo esto es freno para no seguir creciendo. Y en este mundo tan dinámico, si no crees estás condenado a morir. Si te quedas con lo que haces, morís. todo el mundo está buscando nuevas oportunidades. 

A pesar de todas las dificultades, creo que podemos hacer muchas más cosas de las que hacemos. Me recuesto sobre el lado positivo de las cosas.