Política
Elecciones generales: ¿Quién ganaría si fueran hoy?
Entrevista a Lucas Romero, de Synopsis
A siete meses de la elección nacional presidencial, el presidente Mauricio Macri y la senadora Cristina Kirchner (que aún no confirmó su candidatura) disputarán voto por voto y todo parece indicar que los indecisos tendrán la última palabra.
En declaraciones a Realidad Económica, Lucas Romero, director de Synopsis, analiza el escenario de paridad entre Macri y Cristina, la emergencia de Roberto Lavagna y la “remake peronismo-antiperonismo” que definirá la próxima elección presidencial.
¿Cómo ve el escenario electoral?
Para entender el escenario electoral hay que entender que la dinámica tiene dos tiempos. Una corresponde a la elección general, que es la que define la asignación de cargos nacionales, provinciales y municipales; y otra es la dinámica de la segunda vuelta. Haciendo esta distinción, la primera que te mencionaba no está mostrando grandes cambios a lo largo de los últimos meses.
Seguimos viendo escenarios de dos tercios y pico bien competitivos (el oficialismo y el kirchnerismo) que han ido mostrando intenciones de voto superiores al 30%; y aparece un tercio muy heterogéneo repartido entre diferentes espacios, sin claridad sobre cuál podría ser la tendencia dominante.
Se destaca el peronismo alternativo con un 13%. Bastante lejos de la posibilidad de tercear en el escenario polarizado entre el oficialismo y el kirchnerismo. Esa es la dinámica de la elección general.
“Ha ido creciendo el desencanto entre los votantes de Cambiemos, sólo el 25% aprueba el desempeño pero el 31% lo vota”
Con respecto a la segunda vuelta, si la miramos en el escenario más probable que es una confrontación entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner, ahí la cosa ha venido modificándose de la mano de la crisis. En marzo del año pasado, el presidente le ganaba 49% contra 32% en intención de voto, esa diferencia se ha ido reduciendo a la mínima.
En marzo de este año, Macri tiene una intención de voto del 45,5% y Cristina, de 44.9%. Es decir, la crisis no está afectando la base de apoyo del oficialismo pero sí a la competitividad de cara a una segunda vuelta. Puesto que el techo del gobierno ha ido bajando de la mano del incremento de la imagen negativa del gobierno y del propio presidente, eso complicó el escenario hacia una segunda vuelta.
¿Qué escenarios están previendo?
Mirando hacia adelante, quizá la pregunta es: ¿Cómo se podría reconfigurar el escenario electoral? Y ahí hay que mirar la posibilidad de la conformación de una tercera alternativa que pueda empezar a mostrar niveles de competitividad suficientes como para poder tercear en ese escenario. ¿Cómo podría darse? Muy probablemente no de la mano de quitarle votos a la ex presidente, el tercio que la vota pareciera ser bastante sólido y no parece verse amenazado por ningún factor.
Quizá esa tercera fuerza podría alimentarse de una fuga de votos que hoy se manifiestan a favor del oficialismo pero que por la situación económica podría migrar a otra alternativa. Es allí donde se alimenta la expectativa que posiblemente Roberto Lavagna podría ser un candidato capaz de tercear en esa pelea entre Macri y Cristina. Sobre todo, porque ha ido creciendo el desencanto entre los votantes de Cambiemos, sólo el 25% aprueba el desempeño pero el 31% lo vota.
“La crisis no está afectando la base de apoyo del oficialismo pero sí a la competitividad de cara a una segunda vuelta”.
Habrá que ver hasta cuándo puede sostenerse esa tendencia y si esos votos pueden migrar a un Lavagna que pudiera ofrecer la promesa de los resultados económicos que este gobierno no ha podido ofrecer a ese electorado.
Una remake del peronismo-antiperonismo
Hace unos días, en una entrevista Ud citó a Natalio Botana en relación a que la gente se posiciona frente a conflictos y no frente a ideología. ¿Cuáles son los conflictos que pueden definir la elección nacional?
Me interesa destacar los conflictos como ordenadores de preferencias porque, en algún punto, si uno quiere entender la dinámica electoral lo que tiene que saber es cuál es el motivo, cuáles son los mecanismos por los cuales la gente define su posicionamiento electoral.
Desde el debilitamiento de los partidos políticos y la identidad partidaria como criterios ordenadores de preferencias, hoy tenemos un electorado más independiente que quizá se ordene en función de cuáles son los conflictos dominantes en el debate público.
En la perspectiva argentina, cuando uno tiene que identificar cuál es el conflicto que mejor explica cómo se ordena el electorado, sigue apareciendo el conflicto “kirchnerismo-antikirchnerismo”. Es una remake del peronismo-antiperonismo que fue tan dominante durante el siglo 20 y que en algún punto se traslada a esta realidad y termina siendo un criterio de cómo la gente define su posicionamiento.
Escenario de paridad y segunda vuelta
¿El ballotage es un hecho?
Si, estamos en un escenario donde probablemente la elección se defina en una segunda vuelta y hay que entender la dinámica electoral en esos dos tiempos. Creo que el gobierno venía muy enfocado en esa segunda vuelta pero, de la mano de la crisis económica, el gobierno ha empezado a focalizarse ahora en la dinámica a la elección general.
Entiende el gobierno que en este contexto hoy la prioridad no es tanto pensar en si Cristina va a llegar o no la segunda vuelta sino en conservar lo que tiene y no perder ningún voto. En ese mensaje de “aguantar”, el presidente Macri se está dirigiendo más a sus votantes que a ajenos.
Están circulando encuestas con escenarios de paridad, ¿qué rol jugarán los indecisos?
Son los votantes clave, que podrían inclinar la balanza para un lado o para el otro. Ahí el gobierno siempre apostó a que, si la confrontación final era con Cristina Kirchner, entre los electores más independientes, el gobierno tenía la esperanza de poder convencerlos de volver a apoyarlo.
Entiende que el rechazo a Cristina seguía vivo en ese electorado y posiblemente iba a preferir darle un apoyo a Macri en vez de facilitar el regreso de Cristina al poder.
La crisis económica afecta al gobierno en esa tarea de convencer a los independientes, a lo indecisos. Por eso decimos, la crisis no le mueve el piso al gobierno pero sí baja el techo y forma parte de un momento clave de un proceso electoral porque tiene 30% de los votos pero va a necesitar un 20% más para ganar la segunda vuelta.
Redacción: Carla Barbuto
Producción: Cecilia Russo