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El INTA evalúa planes de restauración de bosques nativos incendiados
El 29 de agosto de celebra el Día Nacional del Árbol. En este contexto el INTA elaboró un protocolo para monitorear la restauración de bosques nativos en la zona de Ruca Choroy, en Aluminé. El objetivo es recuperar los ecosistemas y servicios ambientales que fueron afectados por el incendio ocurrido entre 2013 y 2014.
El incendio, que afectó un total de 1238 hectáreas, destruyó un ecosistema esencial que incluía árboles nativos, forraje, fauna, leña, y piñones. Como respuesta, un equipo interinstitucional, liderado por la Corporación Interestadual Pulmarí, la Dirección General de Bosque Nativo de Neuquén, en coordinación con la comunidad mapuche Aigo, inició un plan de restauración con acciones que incluyeron la plantación de unas 50 mil especies nativas, la construcción de 20 kilómetros de alambrados y cerramientos, y terrazas de contención para prevenir la erosión.
En agosto de 2022, mediante un convenio de cooperación técnica entre la Corporación Pulmarí y el INTA comenzó un proyecto de evaluación y elaboración de un protocolo de monitoreo sobre las acciones del plan de recuperación de los ecosistemas y servicios ambientales.
Natalia Furlan integrante del equipo técnico del INTA, explicó que el trabajo de evaluación del proyecto de restauración se llevó a cabo durante dos temporadas de verano con 22 campañas de muestreo. El objetivo fue relevar y evaluar las tareas de restauración forestal realizadas por el equipo interinstitucional y la Comunidad Aigo así como también proponer un protocolo de monitoreo que pueda evaluar la recuperación del sector a 10 años del incendio.
Entre las actividades programadas, se estableció evaluar el estado actual de la vegetación en el sector incendiado, considerando el uso del lugar y los disturbios aún presentes que podrían impactar en los procesos de restauración del sitio. Esto incluye el material plantado en parcelas de clausura y a campo abierto; zonificar el sector en función de su estado de conservación y tipos de uso del suelo; establecer un número de puntos de observación como parte del sistema de monitoreo para su seguimiento en el tiempo.