Entrevista Realidad Económica
El informe sobre las transferencias de Nación a las provincias mostró un crecimiento interanual

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó un informe sobre las transferencias a las provincias derivadas de los recursos tributarios de origen nacional y la coparticipación federal, con datos hasta marzo de 2025. A través de este informe, se observa un crecimiento interanual significativo, lo que refleja una recuperación parcial frente a los efectos adversos de 2024, año caracterizado por un ajuste fiscal impulsado por el gobierno de Javier Milei.
Según lo publicado, los recursos de origen nacional mostraron un crecimiento real del 16,7% en términos interanuales, considerando una inflación en marzo de 2,6%. En paralelo, la Coparticipación Federal de Impuestos aumentó un 13,9% interanual, lo que da señales de una recuperación parcial respecto a lo perdido en el mismo mes del año anterior.
En entrevista con Realidad Económica, Juan Manuel Gispert, politólogo y especialista en economía del CEPA, explicó en detalle los números presentados en el informe. Según Gispert, lo que se observa ahora es un punto de comparación favorable debido a que el 2024 fue un año de ajustes fiscales muy severos, producto de la devaluación de diciembre de 2023 y las políticas de austeridad implementadas a lo largo de todo el año. Este ajuste tuvo un fuerte impacto en la caída de los recursos que recibían las provincias, tanto a través de transferencias directas de la Casa Rosada como en programas como el financiamiento educativo.
Gispert subrayó que uno de los principales factores que explican este repunte es la reactivación de ciertos impuestos como el Impuesto a las Ganancias, que fue nuevamente aplicado a trabajadores con ingresos superiores a los dos millones de pesos, y el crecimiento de la recaudación del IVA, que refleja una mayor actividad económica y consumo. Ambos impuestos son coparticipables, lo que beneficia directamente a las provincias.
Sin embargo, advirtió que las comparaciones interanuales pueden resultar engañosas, ya que, al compararse con los peores meses del 2024, el gobierno podría construir un relato de recuperación económica basado en datos positivos que no necesariamente reflejan una mejora sustancial de la economía real. La estabilización de la economía argentina, tras los impactos del ajuste, ha comenzado a dar sus frutos, pero todavía hay incertidumbre sobre la sostenibilidad de este crecimiento, dado que los sectores más vulnerables siguen experimentando dificultades.
Una de las dimensiones más relevantes del análisis de Gispert es el componente político que subyace en estas transferencias. Durante el año pasado, el ajuste fiscal fue utilizado por el Gobierno como herramienta de negociación con los gobernadores, en un claro intento de asegurar apoyo legislativo para la aprobación de leyes clave. Sin embargo, con el crecimiento de las transferencias y una mayor autonomía en la recaudación de impuestos coparticipables, las provincias podrían ganar mayor poder de negociación con la Casa Rosada, lo que podría modificar el panorama político del país.
A pesar de las señales de recuperación, Gispert expresó su preocupación sobre la sostenibilidad de este crecimiento. Según el politólogo, la incertidumbre económica sigue siendo alta, y cualquier crisis o problema en el esquema cambiario podría revertir los avances logrados hasta ahora. La falta de certeza en el panorama económico hace que tanto los consumidores como los empresarios se muestren reacios a invertir, lo que genera un freno en la recuperación.
Por otro lado, también mencionó que las políticas del Gobierno, centradas en la competitividad de ciertos sectores estratégicos como el agro, la minería y la energía, no han logrado generar los resultados esperados. A pesar de contar con un marco legal favorable para la inversión, como el régimen de incentivo para el gas y el petróleo (RIGI), las inversiones siguen siendo limitadas, y los sectores clave de la economía siguen enfrentando serios desafíos.