Agronegocios
Crisis frutícola y trabajadores golondrina
A dos semanas del comienzo de la cosecha de peras y manzanas, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) estima que llegarán entre 18.000 a 20.000 trabajadores golondrina al valle y unos 8.000 a la zona de San Patricio del Chañar.
Los productores levantan una bandera de alerta sobre este fenómeno -que mantiene el mismo estándar desde hace años- en el marco de la crisis que atraviesa la fruticultura. Por su parte, la UATRE anticipó que intensificarían controles para que no haya trabajadores en negro.
Esta semana, los productores recibieron una buena noticia: la reglamentación de la Ley de Emergencia Frutícola. SIn embargo, los beneficios que establece la normativa no son suficientes frente a la pérdida de rentabilidad.
El atraso cambiario, la caída de las exportaciones -17,4% para abajo interanual en los primeros nueve meses del año 2017-, la inflación y su impacto sobre los costos de insumos productivos, la baja inversión en nuevas plantaciones son apenas algunas de las variables que hace que cientos de productores cierren sus chacras y cedan sus terrenos para emprendimientos inmobiliarios y loteos privados.
Según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) en cinco años se perdieron 4000 hectáreas de superficie plantada (se estima además que hay otras 15.000 en estado de abandono), se perdieron 2 millones de jornales, las exportaciones cayeron 36%, la producción se retrajo 42%, y se estima que el sector se descapitalizó en más de 787 millones de dólares.