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Internacionales

“Con Brasil, me preocupa el factor político y no la mejora del consumo”

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El 10 de diciembre asumirá Alberto Fernández como presidente de los argentinos por cuatro años y Jair Bolsonaro, su par de Brasil, ya anunció que no viajará a Buenos Aires para el acto de asunción. Este gesto es sólo uno más de los que encontró el brasileño para marcar distancia con el futuro gobierno argentino.

Mientras las relaciones se anuncian tensas y el Mercosur vuelve a estar en el ojo de la tormenta, la pregunta clave parece ser:  ¿Cómo afectará la ríspida relación Bolsonaro-Fernández a la producción regional?
Miguel Giacinti, consultor senior y CEO del Centro de Información Frutihortícola Argentina, repasó el horizonte de la fruticultura  de El Valle y sus mercados, incluyendo el brasileño. 

¿Cuál es el panorama de la fruticultura actual?

Hoy en El Valle tenés un inventario no menor a 20 millones de kilos más para exportar que el año pasado de manzanas y normalmente entre diciembre y febrero llegan 20 millones de kilos de manzana de Europa a Brasil. Si tenés más fruta en stock y está la posibilidad de venga menos fruta a Brasil de Europa -por menor cosecha-, quiere decir que el inventario que tenés para vender, que es altísimo, podrías resolverlo con menos impacto precio.

Obviamente los importadores brasileños hacen una lectura de los fenómenos de cortocircuitos y prevén que baje el precio por algún grado de conflicto

No es menor este dato porque este año el precio de la pera en el mercado brasileño cayó 20 centavos de dólar y la manzana cayó más de 16 centavos de dólar para la fruta regional.

Eso impacta en lo que queda de cosecha en frío, que tiene q salir antes de febrero

¿Cuánta manzana hay en frigorífico con respecto al año pasado? Hay 30 millones de kilos más, uno supone que deberías aumentar la venta al mercado interno 10 millones de kilos y 20 millones de kilos para exportación. Si vos no haces lo primero, tenés 30 millones de kilos más para exportar. La baja en la cosecha de Europa al menos generaría que no se siga deteriorando el precio en Brasil, pero es una posibilidad y no tenes certeza aun de que esto acontezca.

También hay que ver como avanza la economía de Brasil. Recién esta semana se conocieron los primeros indicadores del gobierno Bolsonaro y son mejores que hace un año atrás.

De hecho, tenés que pensar que la importación de manzanas de Brasil de los últimos 4 años, de enero a octubre es la más baja y en negocio de la pera también. De alguna manera el mercado ya se resintió en el consumo. Éste es uno de los factores por el cual estamos hablando de caída en el precio. En principio, diría que la posibilidad de recuperación de Brasil como mercado siempre tiene un ingrediente político que puede impactar en la fruticultura local. Es lo que más me preocupa en materia de mercado más que la recuperación en sí del consumo. Hay que estar alerta de la cuestión política. 

 

Justamente es la parte más complicada. Si vemos cómo arrancaron Bolsonaro y Alberto Fernández… Desde hace algún tiempo se están tirando con munición pesada. Si se pelean, ¿qué pasará?

Cuando te digo que el precio de la manzana cayó desde enero hasta ahora no es menos cierto que en las últimas seis semanas el mercado de Brasil ha estado en un 1,4/kg dólar el precio mayorista cuando el año el año pasado a esta misma altura estaba a 1,7/kg dolar, o sea cayó casi 20% en dólares. Ya tenés una diferencia de 30 centavos en las ultimas semanas y hay que ver como continua -si se mantiene o empeora, como también se mejora algo-. Si te doy el promedio anual, que es de una baja promedio de 16 centavos de dólar, pero en las últimas cuatro semanas la caída es de 30 centavos. Esto es para darte una idea de la sensibilidad del negocio de la fruticultura a determinada coyuntura; no digo que todo sea por cortocircuito entre determinados gobiernos pero se alinean factores. Obviamente los importadores brasileños hacen una lectura de los fenómenos de cortocircuitos y prevén que baje el precio por algún grado de conflicto.