Entrevista Realidad Económica
Guerra arancelaria: ¿Cómo afecta a la economía local las medidas de Estados Unidos y China?

La escalada de la guerra comercial liderada por Estados Unidos ha sumado un nuevo capítulo. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Levitt, anunció que desde el mediodía del lunes, entraron en vigor aranceles adicionales del 104% sobre productos provenientes de China, en respuesta a las represalias sostenidas por el país asiático. A partir del 9 de abril, comenzará a cobrarse este nuevo impuesto, marcando un endurecimiento en la política exterior de Washington.
Este escenario genera inquietud global, especialmente en países con economías frágiles como la Argentina. Para entender el impacto que puede tener esta nueva ola de tensiones comerciales, Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, dialogó con Realidad Económica y brindó un análisis profundo del contexto actual.
“Lamentablemente, para la Argentina esto es una mala noticia. Somos un país de alto riesgo y cualquier temblor internacional nos afecta con fuerza”.
Según el economista, la Argentina necesita generar confianza para estabilizar su economía, pero décadas de desmanejo han dejado una imagen deteriorada en los mercados. En este contexto, el Gobierno esperaba avanzar hacia un único tipo de cambio con un salto controlado. Sin embargo, el nuevo frente arancelario, sumado a la amenaza de recesión global, pone en jaque esos planes.
“El campo enfrenta retenciones internas y aranceles externos, lo que deja su competitividad en niveles negativos. Estados Unidos impone barreras, mientras nuestros productores siguen esperando una mejora en el tipo de cambio”.
El economista consideró que si el Gobierno realmente quiere fomentar la liquidación de divisas, debería resignar algo y quitar o reducir las retenciones. Aunque reconoció que esto podría implicar una merma en la recaudación y revivir el fantasma del déficit fiscal.
“El gobierno apunta a gastar menos este año que el anterior en términos del PBI. Pero si bajan fuerte las retenciones, esa meta será difícil de sostener”, advirtió.
La combinación de aranceles, volatilidad global, y la posibilidad de una devaluación del yuan por parte de China conforman un panorama desafiante para la Argentina. Abram recordó que el país produce principalmente para un mundo que hoy consume menos y enfrenta el riesgo de una recesión.
El precio del crudo también se convierte en una preocupación. “Con un barril a 45 dólares todavía zafamos, pero a 40 ya Vaca Muerta se nos complica”, expresó en referencia a declaraciones del presidente de YPF, Horacio Marín.
EL ACUERDO CON EL FMI
Abram puso como punto clave la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, previsto para el 11 de diciembre, el cual implicaría un ingreso de hasta 12.000 millones de dólares para fortalecer al Banco Central. Con reservas propias, explicó, el país podría dar el paso hacia una unificación cambiaria antes del 1º de junio, algo que considera vital para disipar la incertidumbre.
“Si no hay una definición clara del tipo de cambio, los productores seguirán sin liquidar. Necesitamos un único dólar cuanto antes para despejar fantasmas”, sostuvo.
Finalmente, Abram subrayó que seguir postergando la decisión solo incrementará las especulaciones y distorsiones: “No sabemos si el salto cambiario será del 10%, 20% o 40%, pero una vez que se unifique, ese será el tipo de cambio, y se eliminará un factor de riesgo”.