LU5 Agro
Sánchez, sobre el programa de mosca de los frutos: “Es fundamental para las exportaciones y para la región”
En octubre comienza la temporada fuerte del programa de mosca de los frutos con la liberación de machos estériles, una instancia clave para la exportación de la producción frutícola de la Patagonia. Este año, la campaña tiene dos aspectos sobresalientes: por un lado, se aplica una tecnología innovadora que se conoce como “adulto frío” y, por otro lado, la falta de financiamiento pone el programa en situación crítica.
En diálogo con LU5 Agro, Ricardo Sánchez, director del centro regional Patagonia Norte del SENASA, explica la importancia del programa, las innovaciones de este año y la compleja situación por la que atraviesa.
¿En qué consiste la técnica?
La técnica sigue siendo la liberación de machos estériles que al encontrar a una posible hembra, se cruza y no genera descendencia. Esto es una prevención. Este cambio tecnológico es muy importante y modifica el sistema de la liberación del macho estéril.
Desde el año `97, que iniciamos el control para lograr la erradicación, se hacían las liberaciones de unas bolsas y ahora se libera directamente al adulto. Se lo llama frío porque viene aletargado con bajas temperaturas y el avión tiene un dosificador que los va liberando. Lo positivo de este cambio tecnológico es que la calidad de la mosca liberada es mejor, es más competitiva y esto nos asegura un mejor control y la continuidad de la región como libre de la mosca del Mediterráneo.
Cuando ingresan frutas de otras regiones del país es probable que traigan mosca de los frutos, ¿no?
El riesgo que tenemos en que la introducción de fuera de la región, concretamente del norte del río Colorado, en frutos hospederos -cítricos, sobre todo- y que si no se hacen los tratamientos correspondientes pueden ingresar la plaga.
Es muy importante el trabajo de la barrera en los controles y es muy importante la toma de conciencia de todos los que ingresen a la Patagonia. Dos naranjas con la plaga pueden generar un daño muy importante. La región no tiene plaga, la hemos erradicado hace años. Para que no ingrese nuevamente se hacen los controles en la barrera y la técnica de adulto frío.
¿Cómo se sostiene este programa económicamente?
Para este cambio tecnológico el Senasa aportó unos 40 millones de pesos para poder generar este salto tecnológico. Desde su inicio se ha financiado por el aporte de la producción, a través de un canon contributivo al salir la fruta de la región, de Senasa, el gobierno nacional y las provincias.
Esto es muy importante, el programa en la Patagonia ha logrado sus objetivos y en gran medida esto fue posible porque siempre tuvo el financiamiento necesario para las tareas operativas. Este programa es monitoreado por países a los cuales exportamos, hay protocolos, hay manuales de procedimiento aprobados internacionalmente y hay que cumplir con muestreos… Está todo muy definido y con mucha experiencia a nivel local. El programa es ejecutado por Funbapa (Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica)y en este momento estamos en una situación complicada.
¿En qué sentido?
Complicada por el financiamiento. Se había acordado aportes de los gobiernos provinciales y están haciendo un esfuerzo importante pero tienen sus dificultades. Se está en el proceso de contar con los recursos. Estamos en un momento crítico también debido a que estamos iniciando la campaña y, de octubre a abril, es el fuerte del trabajo del programa en el terreno. En estos meses es donde más se requiere de los recursos.
Esperamos que los aportes comprometidos puedan concretarse y que el programa pueda desarrollarse acciones de vigilancia y controles preventivos.
Las exportaciones de pera, manzana, fruta de carozo dependen de este programa, ¿no?
En gran medida sí. Los países nos exigen esta condición y al tener el área libre se nos facilita la operatoria de exportación, nos permite el ingreso en los mercados y nos disminuye los costos de la exportación.
La mosca de los frutos es lo más limitante desde el punto de vista sanitario para la exportación. Nuestra región es área libre con el esfuerzo de todos.
Me decían que no tenían para pagar los sueldos…
A partir de octubre estamos en una situación crítica y a la espera de los aportes comprometidos. El sector está analizando ajustes para ver cómo podemos resolver esto. Personalmente soy optimista.
Somos conscientes de las dificultades presupuestarias de los estados provinciales pero este programa es fundamental para las exportaciones, para la región y su desarrollo económico-productivo. Esta situación crítica debe resolverse en lo inmediato porque la fundación está con esta dificultad.