Entrevista Realidad Económica
La actividad vitivinícola nacional resiste ante un complejo escenario
La industria del vino no se salva de los vaivenes de la economía y tanto grandes bodegas como pequeños emprendedores, resisten.
El vino argentino tiene una gran historia dentro y fuera de nuestro país. En los últimos años, la industria ha crecido notablemente. Hoy son 18 las provincias que elaboran esta bebida codiciada y ancestral. Pero, como toda actividad económica, no se salva de los vaivenes de la economía argentina. La actividad vitivinícola nacional resiste ante un complejo escenario.
Toda la industria del vino nacional, desde las grandes bodegas que elaboran para mercado interno o para exportación y que necesitan importar insumos, hasta los pequeños emprendedores que producen pocos volúmenes, experimenta los altibajos de este contexto económico que muchas veces complejiza la actividad.
Sobre este tema conversamos con Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino, perteneciente a la COVIAR. En diálogo con Luciano Fernández aseguró: “estamos en un contexto internacional y nacional que le juega muy en contra a la exportación de los vinos nacionales”. Pero, destacó que a pesar de que el escenario económico, tanto nacional como mundial, sea desfavorable, la vitivinícola es una industria que resiste y se mantiene “porque está habituada a la adversidad y la sabe enfrentar”.
FOR EXPORT
Rada explicó que muchas veces los costos logísticos afectan la competitividad y la rentabilidad de las bodegas. “La logística no es un problema nuevo. Es algo que se viene agravando con los años, pero la desventaja territorial que tiene la industria vitivinícola es algo que ha existido siempre. Y que se agrava con esto de los costos de transporte para llegar a puerto. Conforme te vas alejando del corredor de Mendoza – Chile, tanto más significativos son esos costos. Un transporte desde Neuquén o Río Negro hacia el sur, va encareciéndose conforme te distancias de este corredor”, explicó.
Además, dijo que los costos de la logística terrestre muchas veces equivalen a los costos marítimos. Y, en algunos casos, hasta los superan. “Es necesario encontrar una solución a este tema”. Sobre los costos, detalló: “En algunos casos como el vino fraccionado estamos hasta 50 centavos de dólar por litro más caro. Y 50 centavos de litro en una exportación es muy significativo, puede implicar que cierres no un contrato”, lamentó.
Teniendo en cuenta que en un contenedor entran cerca de 13 mil botellas de vino, y haciendo un cálculo rápido de 50 centavos por 13 mil, exportar vino por mar desde Argentina es casi un 80% más caro que exportar por Chile. Lo que termina repercutiendo en la competitividad del sector. Al respecto, Rada explicó: “El exportador de Chile tiene ese beneficio respecto al exportador argentino. Hoy al argentino le conviene salir por Chile y no por Buenos Aires. Es una cuestión de costo de transporte. Por otro lado, llegar a Europa vía Chile es sustancialmente más barato que salir por el puerto de Buenos Aires”.
ESCENARIO VERY DIFICULT
A este escenario, notablemente desalentador, Rada afirma que hay que sumar otros factores que tampoco colaboran con el desarrollo de la competitividad del sector, como el tipo de cambio desfavorable para el exportador, los aranceles y costos internos altos, y que los principales mercados de destino del vino argentino también están atravesando un periodo de depresión. “Eso nos da la respuesta de por qué caímos un 25 % en 2023 y llevamos una caída del 5% en lo que va en 2024”, enfatizó.
“La presión impositiva es fenomenal. Según estimaciones que hemos realizado en estudios de manera conjunta con la Universidad Nacional de Cuyo, el margen de beneficio de un productor integrado está en el orden del 70%. Es casi insostenible. Con lo cual, sí, son muchos los factores que hacen que haya restricciones a la exportación”, expresó.
Pero, si sirve como consuelo, la caída de las exportaciones de la industria local no es solo un flagelo celeste y blanco. “En lo que va el 24 cayeron las exportaciones para nuestro vino pero eso también le está ocurriendo a Chile, Australia porque hay un mercado internacional deprimido. Estados Unidos cerró 2023 abajo, también viene abajo en lo que va del 24, lo mismo pasa con Canadá, Reino Unido e incluso Brasil que era el único que venía manteniendo una tendencia creciente en sus importaciones”, sostuvo Rada.
LA RESISTENCIA
Para cerrar, el dirigente destacó que en nuestro país hay 18 provincias en las que se produce vino y que, a pesar de las condiciones desfavorables, hay inversiones algunas extranjeras en bodegas locales y también se sostiene la apuesta de empresarios locales “que no aflojan”, acotó Luciano. La actividad vitivinícola nacional resiste ante un complejo escenario.
“Creo que es una industria que está habituada a la adversidad, que la sabe enfrentar. Es un sector que está acostumbrado a eso, que la pelea, que tiene una diversidad enorme y una flexibilidad de poder enfrentar estas adversidades del mercado”.
“Hay lógicamente alguna preocupación porque también el mercado interno está mostrando indicios de seguir cayendo. Me refiero a los despachos que hacen las bodegas hacia la distribución, esa es una medición que nos da el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Pero nosotros también monitoreamos lo que es el retail y hubo un recupero en el primer trimestre que puede deberse a que estén liquidando stock, me refiero al canal minorista, que estén haciendo algún tipo de promociones que hacen que esté saliendo más vino. No deja de ser una buena noticia más allá de que los despachos de los bodegueros hacia el canal de distribución muestren una baja. Pero bueno, es al menos algo positivo que uno puede rescatar de la industria”, concluyó.
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