Vino en lata, la apuesta para competir con la cerveza

El vino en lata llegó para quedarse. El producto fue lanzado el verano pasado en nuestro país y apunta a competir con las cervezas y frizzantes. Las bodegas quieren conquistar nuevos consumidores y apuestan al aluminio como un envase fácil de transportar, que se enfría más rápido y es adaptable a distintos momentos, como el consumo individual.

En mercados donde el  vino en lata fue lanzado con anterioridad, los resultados son asombrosos. En menos de una década, las ventas de vino en estos envases aumentaron de 2 millones de dólares en 2012 a 183,6 millones durante el período interanual a julio de 2020. Representando casi 16,2 millones de litros de vino, las ventas del año pasado subieron un 68% más que en 2018, según datos de Nielsen.

Mientras el mercado europeo continental se muestra reticente a abandonar la tradicional botella de vidrio, en Gran Bretaña y Estados Unidos se dan crecimientos a dos dígitos y hay decenas de bodegas lanzando al mercado cada semana nuevas marcas en este tipo de envase. 

“La categoría está en auge en todos los aspectos, desde la calidad hasta las ventas, pasando por la selección y la disponibilidad. Antes de la pandemia del coronavirus, el vino en lata ya era un éxito en EE.UU. en los estadios deportivos, salas de conciertos y prácticamente en cualquier lugar en el que no se permiten envases de vidrio, pero ahora en los restaurantes y bares también se están poniendo de moda”, dijo Wine Spectator en su sitio web.

Y agregó que  “es el segmento de mercado de mayor crecimiento en los EE.UU., seduciendo a los consumidores por su accesibilidad y el estilo de vinos elaborados con un estilo fácil de beber. Además, al vino en lata le espera un éxito aún mayor”.

Desde Wine Spectator, la prestigiosa revista norteamericana especializada en vinos, aseguran que una de las grandes ventajas del vino enlatado es que permite competir con la cerveza, enlatando en diferentes tamaños (187ml, 250ml, 330ml,…) lo que genera a las bodegas una reducción de costos, una apertura a nuevos mercados y la posibilidad de crear estrategias de precio-volumen para aumentar los beneficios.

“Las ventajas de las latas son innumerables: el embalaje reciclable es resistente a la oxidación y a la luz, no hay riesgo de que se manche el corcho, es más fácil y ligero de transportar que el vidrio, no requiere un sacacorchos y cuesta menos producir y enviar”, subraya la publicación.